A MI SOBRI

   Hoy quiero dedicar unas palabras que nacen de la alegría que me invade por saber que pronto seré "tita". Hace unos meses una gran amiga me dijo que estaba embarazada. Es maravilloso sentir que pronto una persona nacerá del interior de otra. Esto parece algo tan común que, a veces, no llegamos a apreciar lo maravilloso de ese milagro.

  A mi la noticia me ha llenado el alma. Los niños son el futuro y la esperanza para que este mundo pueda ser un lugar apacible para todas las personas que la habitan. Lo mejor, es que su madre es una mujer encantadora, con decisión y fuerza para luchar cada día por sus sueños; es una mujer que lo da todo sin esperar nada, que siempre está a tu lado, que sabe escuchar, dar consejos, y reñir cuando es necesario. Su padre, por otra parte, es un hombre lleno de bondad, sincero, cariñoso, paciente y que tiene una buena explicación para todas la dudas que te puedan surgir. 

  No lo digo sólo porque los quiera con todo mi corazón, sino porque mi objetividad me dice que son unos padres estupendos. Por eso sé que mi pequeño "sobri" ya puede sentirse afortunado, porque va a tener todo el amor del mundo y junto a él, para toda la vida, a dos personas que sabrán guiar sus pasos para que encuentre y transmita toda la felicidad que se puede sentir.

  Me pregunto cómo será la carita del pequeño "negrito", su color de pelo, la forma de sus ojos, las curvas de su carita, sus manitas, la barriguita... me pregunto cómo será su voz, como os imitará en vuestros gestos para ir convirtiéndose poco a poco en el fruto de lo más bello del mundo: el Amor...vuestro Amor...

 Os mando besos para los tres, ánimos para los dos y energía para ti, Mami, que la vas a necesitar para llenar de luz la vida que llevas dentro. 

 ¡Felicidades, Papis! ¡Bienvenido al mundo, Sobri!

A VECES...

  A veces siento que la vida deja de serlo cuando un cúmulo de sinsentidos golpean mi corazón, dejando a mi mente en un agujero negro del que no puede escapar; a veces miro a mi alrededor y no encuentro a nadie que quiera compartir una conversación alejada de rumores y envidias; un gesto amable, una sonrisa sincera; a veces... busco la paz que mi corazón necesita, pero que mis sentidos no alcanzan a percibir. Pues, a veces, no veo nada que me haga sonreír, no escucho palabras que me aporten nada, no huelo el frescor que la vida desprende cuando eres feliz, no saboreo los momentos, no noto que el contacto con los demás me llene el corazón.

  A veces, me paro a preguntarle al Universo qué es lo que puedo aprender al pasar por situaciones que tan sólo me producen cansancio y apatía... A veces, me cuesta mucho creer que lo que estoy viviendo sea algo positivo, tenga realmente un sentido importante para mi existencia, para lo que soy.

  A veces, cuando la vida no me entiende y yo no quiero comprenderla, me siento a escribir y, sin saber cómo empiezo a recordar que siempre estáis a mi lado; que, además, seguís ahí a pesar de mi "trastorno de inestabilidad emocional"; que de vuestros labios salen las palabras que dan aliento a mi vida; que de vuestros corazones nace todo el amor que invade mi ser...

  Siempre, me siento acompañada... Gracias.

SOMETIDOS AL ESTRÉS DE VIVIR

   Precisamente el estrés que envuelve a mi vida en estos momentos es el que hace que no pueda dedicar más tiempo a lo que más me gusta: escribir. Por este motivo, os dedico este breve artículo en el que sólo  pretendo valorar hasta qué punto somos conscientes de que la vida se nos pasa sin darnos cuenta, sin hacer nada de lo habíamos soñado...

   Ahora que mi situación económica empieza a mejorar es cuando no puedo permitirme vivir. Antes el problema era no poder pagar, pero ahora es mucho peor. No tengo tiempo de ver a mi familia ni a mis amigos; no tengo tiempo para ensayar con mi guitarra, no tengo tiempo para hacer deporte, ni para cocinarme esos platos que tanto me gustan; no puedo terminar mi libro, ni puedo escribiros en el blog, no puedo, no puedo, no puedo.... eso es lo único que mi día a día me recuerda.

  Y... ¿a cambio de qué? No es a esto a lo que quiero dedicar mis días, y mucho menos a pasarme doce horas de pie poniendo una y otra jarrita de cerveza que ni siquiera puedo saborear... ;-)

  Definitivamente, sería maravilloso que todos pudiésemos dedicar nuestra vida a lo que realmente nos gusta, y que este tipo de trabajos no existiesen. No es humano que una persona pase casi todo un día haciendo algo que no le gusta y, que el resto del tiempo, sea el justo para cubrir sus necesidades básicas, como comer, dormir y asearse, porque, evidentemente, el sexo aquí no entra...

 Este, por tanto, es otro motivo más que añadir a la lista de aquello en lo que se basará el Universo para decidir que esta especie debe extinguirse; o tal vez "evolucionemos" a seres superiores y sin sentimientos, capaces de todo y repletos de nada; tal vez en el nuevo mundo no haya guerras, ni enfrentamientos, no haya odio ni rencor, no haya errores ni disculpas; pero, en ese caso, tampoco existirá la ilusión y los sueños; las reconciliaciones y los besos; el deseo y el amor...

  Así que, como he colgado en mi muro: "Es mejor hacer siempre todo lo que soñamos, que soñar eternamente con todo aquello que queremos hacer".