sábado, 24 de septiembre de 2016

Hoy y siempre


A veces me siento a pensarte. Me gustaría tanto evitar tus caídas... Luego vuelvo a la realidad, mi realidad. Ahora me toca pensarme a mí, a mis idas y venidas, a tantos errores que pude evitar. Cómo hacer que no te derrumbes si yo pasé más tiempo tumbada que de pie.

A veces siento que no te hago falta, que te fuiste lejos para no contagiarme con tus dudas, con los miedos que cada noche te buscan y el llanto que al pensarla te dejan atrapada. No hacen falta muchos pensamientos para que saber que todos somos distintos al experimentar esto a lo que llaman vida, a lo que me gusta sentir como un milagro; tan lleno de peligros como de sorpresas, tan repleto de decepciones como de abrazos que saben a dos.

A veces quisiera gritarte, salir corriendo tras tus pasos, esos que me has adelantado, en los que acabas por enseñarme que el amor no es necesidad, sino la certeza de saber que nos tenemos, nos queremos, nos recordamos mientras nos extrañamos y nos reencontramos en cada paso que damos.

A veces hago tantas cosas que no quisiera hacer, que hoy tan sólo quiero escribirte. Saber que estás leyendo lo que durante estos minutos busqué sobre ti en mi interior. Allí, encontré las pataletas de esa niña mimada que supo atrapar la voluntad de todos, sonrisas cautivadoras, canciones que sólo tu voz me traen a la mente, aprendizajes que dejaste a medias y otros que adquiriste con sobresaliente; hallé los días en los que dejamos de hablarnos con el alma, en los que olvidamos quiénes éramos; pero, también, contemplé nuestra unión, esa que resurgió de los paseos a solas, de las maravillosas obligaciones que nos mantenían unidas, siempre cerca de quien nos dio la vida, de quien provocó que pudiésemos ser las mejores amigas...

Hoy, haces uno de mis sueños realidad; y no es más que seguir cumpliendo tantos años como mis ojos sean capaces de mirar. Quiero verte crecer y sentirme cada vez más pequeña; para saber que me cuidas como siempre te cuidaré, para sentir que me quieres como hasta la eternidad yo lo haré, para seguir sintiéndome orgullosa de ver que te has convertido...en toda una mujer.


☯ Sonia Brúnar ☯

jueves, 1 de septiembre de 2016

Diario de Amor Loco XVII



Mi querido diario del amor loco, me acerco a tus páginas para contarte cuánto le extraño. Puede parecerte una locura pero...¿quién eres tú para cuestionar este aspecto? Si no existiese este amor loco que a todos nos vuelve del revés, ni siquiera habrías llegado a nacer. Qué triste hubiese sido no tenerte, a ti... mi querido diario.

Pero hoy, ya te lo he dicho, no quiero hablar de tu locura, sino de la que siento cuando no está a mi lado, cuando no puedo ver mi reflejo en sus ojos; sentir su respiración cruzarse con la mía; saber que me basta abrir las manos para que las suyas se posen en ellas.

Cuando no puedo mirarla mis ojos se cansan de no ver; se niegan a observar un mundo que sin su presencia carece color, de los más bellos matices que jamás había imaginado; se cierran y sólo se dedican a soñar, a proyectar en mis párpados todos los momentos vividos, aquellos que aún nos quedan por compartir. Qué distinta la vida cuando se ve desde el corazón...

Cuando no puedo respirarla mi alma se encoje. La falta de su aire hace que el mío no tenga el mismo sabor, no contenga el oxígeno suficiente para vivir, no llegue a todas las células de mi cuerpo. Qué curiosa esa energía que desprenden los latidos del amor...

Cuando no puedo sentirla mi dedos se desesperan ante tanto vacío; es imposible que el tacto se afine ante otras texturas, que mis manos sientan el deseo de seguir con el día a día si no han notado la suavidad de su piel, la humedad de sus labios, el calor de su pasión. Qué maravillosas sensaciones se tienen cuando encuentras a la otra mitad de tu ser...

Ya ves, mi querido diario...tu locura se ha hecho mía; tanto que sería capaz de convertirme en libro, de respirar poesías y de bailar sin que haya más música que la de mis pies al plantarse ante los suyos.

Lo siento, pero no puedo seguir ni un segundo más entregándote mi inspiración; con sólo bajar la pantalla de mi ordenador, volveré a sentir todo lo que mis musas te han contado. Ya le echado demasiado de menos, ahora me toca volver la vista y reencontrarme con mi alma, con vida, con único amor...


☯ Sonia Brúnar ☯

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