domingo, 31 de enero de 2016

Atada

Atada de manos estoy cuando intento tocarte y no te siento, cuando busco tu abrazo y estás tan lejos; atada por no cogerte en la caída, por no poder elevarte a lo más alto, ayudarte a mantener el equilibrio, evitar tus sobresaltos...

Atada de pies...porque por mucho que avanzo no te encuentro en mi sendero; te alejas y no puedo salir tras de ti, si lo hiciese acabaría perdida en el camino, sin rumbo y sin destino...así es como te observo...

Atada de boca. Cuánto dolor al no poder decirte lo que siento, al saber que mis palabras y experiencias no te sirven para no errar en todo lo que un día yo también equivoqué; grito en el silencio que vuelvas a ser tú, que recuperes la eterna sonrisa, que te sientes junto a mí sin que te pierdan las prisas...

Atada de oídos me enfrento al sonido vacío de tus promesas; esas que te engañan sobre un futuro que nunca llegará, sobre unos cambios que jamás verás. Cada persona es quien es y no hay nada, ni mucho menos el amor verdadero, que pueda modificar la esencia de cada ser, lo que para cada cual significa crecer...

Atada de corazón, y esto es lo que más duele; lloro tus decepciones y me derrumbo en cada obstáculo que no consigues esquivar; lamento tu pérdida y el bombeo apagado de tu corazón...cada vez más roto por el dolor...

Lo peor de esta atadura es la que me envuelve el alma; ¿no ves que la tuya es parte de mí? La felicidad no puede ser completa sin sentir que lo mismo nace de ti; qué diría quien nos dio la vida si viese que estoy parada ante tu fracaso, que no cumplo con mi heredado cometido de proteger a mi pequeño ser de luz...ese que se apaga sin saberlo, que se esconde en un callejón sin salida, que, por momentos, pierde el valor para enfrentarse a su propia vida...

Atada estaré durante el tiempo que necesitas para salir adelante; pues estando atada he aprendido que no soy nadie para cambiar tu sino, para evitar que vivas todo aquello que viví, que me dolió, que también me enseñó a ser feliz. Por eso...atada me quedo, llorando por dentro, asustada por tu tristeza, rezando por tu tranquilidad, atada por todos lados, sí, pero pase lo que pase, siempre aquí a tu lado...

miércoles, 20 de enero de 2016

Loca


Loca creí estar cuando pedía a la vida que me permitiese encontrarte, cuando te buscaba en cada rostro, en cada sonrisa y, lo más absurdo, en cada mirada. Ya me habían advertido que no debía hacer nada de esto pues, precisamente, serían tus ojos los que me dijesen que había dado contigo.

Loca me vi cuando el momento llegó. No lo deseaba, ni lo esperaba...de todo lo que no consigo acabo por cansarme. Sin embargo, ahí estabas... El Universo, como siempre, moviendo sus hilos para hacerme ver que lo que considero imposible sublima los límites de todas las posibilidades.

Loca me quedé cuando tus palabras me dijeron lo que yo no estaba dispuesta a contar, a dejar volar por mucho que el alma me gritase tu nombre en cada despertar, me susurrase tus ganas en cada anochecer. Y colmada de locura...reconocí que había sentido lo mismo, que tu confesión era un fiel reflejo de lo que pretendía ser la mía.

Los días se volvieron locos al ver encajar nuestras pisadas. Vidas tan diferentes y que quedan tan bellas cuando se disfrutan juntas... Tan sólo la felicidad rondando nuestros corazones, sin miedos ni dudas que pudiesen hacer tambalear el largo puente que empezábamos a cruzar.

Dicen, los que no aprendieron aún lo esencial de la vida, que lo bueno no dura eternamente... No saben que ya hemos compartido un año de eternidad y se nos ha pasado tan rápido como pasan las cosas que nos gustan, que nos hacer reír, que nos permiten olvidar todo aquello que nos hace llorar. El mismo Universo se volvió loco al ver cómo nuestro amor crece y crece cada día, siendo tan grande y puro que nos hace poner dudas a la sinceridad, odio a lo que nos trata con amor y cordura a la bendición que nos regaló la locura. Te pido que no perdamos el tornillo que nos diferencia de los que no creen en lo que sentimos.

Hoy quiero recordarte que estoy loca por seguir junto a ti, que no hay nada que me haga más feliz, pues tú eres la guinda de este montón de motivos que tengo para reír. Quiero que entiendas que no podría dejarme llevar por mi locura si no fuese la tuya la que la hace ser y sentir tal y como es; que la locura de los que me rodean hace que la nuestra sea perfecta; que si pudiese elegir mil veces si volver a perderte y olvidarte o tenerte para siempre y jamás dejarte...tengo claro que siempre elegiré que seas tú quien me vuelva loca en cada beso, cada mirada y cada roce con el que tu alma hace estremecer a la mía.

Estuve loca antes de conocerte, pero jamás llegaría a publicar estas locuras si no fuese porque lo que me ayuda cada día a ser, sentir, vivir, y ser feliz...es lo increíblemente loca que estoy por ti...

        
     ☯ Sonia Brúnar ☯

lunes, 18 de enero de 2016

Extraño Amor


Extraño amor que llega para poner a prueba lo que aprendí, revolviendo los recuerdos de sentimientos que quedaron dormidos, que volaron tan lejos que olvidé haberlos tenido. El Universo, con sus hilos enredados, hace extraño incluso lo que ya habíamos soñado.

Extraño amor que, con tan sólo una mirada, clava sus ilusiones en mi alma, recorriendo senderos que desconocía, dando luz a habitaciones vacías, las que ahora están repletas de alegría.

Extraño amor que se esconde durante siglos entre las ruinas de un castillo de arena hecho añicos, destruido por el miedo a no saber quiénes somos, por la torpeza de querer hacer del amor una obligación, un sueño que no es tal, los deseos de los que no saben quererse viviendo sin nadie más...

Extraño amor que se hace llamar así por no saberse conocido entre la gente de hoy, que se escapa a la realidad de quien tiene el deseo de amar de verdad. Extraño por ser único entre la multitud, por no encontrarse por más que se busque, por no ser parecido a ninguno de los vividos.

Amor extraño que despierta mis noches y hace dormir mis dudas durante el día, que se vuelve calor al descansar y se llena de energía para ayudarme a caminar. Amor que golpea mi corazón con el vaivén necesario para que mi latir sea todo lo que quiero sentir, para que su sentir sea lo que nos permita seguir.

Extraño, sí, extraño amor que estremece mi alma con tan sólo una sonrisa, que llena de motivos los segundos y me da vida al sentir que me hundo. Amor que cosquillea sin parar mi estómago, que abre mis ojos para afrontar la belleza de su realidad, la felicidad hecha canción y las tormentas que se vuelven melodías bajo las que bailar.

Amor extraño que despierta las musas de mi inspiración, que las hace volar y colarse en mi interior; que llena mi cabeza con los gestos que guardo de tu rostro, con todas las sensaciones que te robo entre los dedos; que apacigua mis ganas de entrar en ti dando por sentado que serás tú quien decida cómo hacerme sentir.

Con palabras o sin ellas no hay manera de describir este amor; sin más explicación, sólo puedo decir lo mismo...tengo suerte de tenerte, amor..., mi extraño amor...


☯ Sonia Brúnar ☯

martes, 12 de enero de 2016

Magia

Mientras los días se van haciendo años, nuestros sueños van revoloteando a nuestro alrededor con la intención de no quedar en el olvido. Muchos pasan demasiado tiempo despiertos, otros duermen sin saber que Morfeo sigue trabajando con nuestras almas y, demasiados, dejaron atrás las ilusiones que siendo niños sabíamos posibles.

Se me ilumina el corazón cuando acierto a verme tan dispuesta a seguir siendo la loca que sueña con lo que la mayoría llama utopías; cuando éstas se presentan ante mí como la más bella realidad. No hay momento que merezca más la pena que aquel en el que abres tus ojos y enciendes el motor de tu alma para caminar libremente por todo lo que has alcanzado.

Sueños que se sustentan con la felicidad de los que aprendieron a soñar; que volaron para hacerse realidad en los corazones capaces de amar, sentir, de que querer llegar a ser todo lo que son; sueños que por más que sueñes siempre tendrás en tus manos al despertar. No se puede pedir más que el hecho de que tus sueños sean los sueños de los demás.

Ayer, como mañana, son días en los que el mundo se gira para contarme la verdad. No es en vano el esfuerzo que la inspiración de mis sentimientos convierte en noches de insomnio; la inversión material que la vida nos impone para poder alcanzar emociones que no tienen precio; las lágrimas y sacrificios que el Universo nos pide para poder llegar más allá de lo que nunca pudimos pensar.

No son casualidades, ni consecuencias; no son encuentros fortuitos ni provocados; esto es tan sólo el milagro que se consigue cuando lo que nos mueve es la pasión de nuestras almas; cuando nos hemos parado a escuchar a nuestro yo más puro y hemos sabido reconocer su mayor necesidad. En ese momento el Universo alinea todos sus planetas, estrellas y demás cuerpos que flotan por él para que, con sus hilos, todo, absolutamente todo lo que hay a nuestro alrededor, sea un cúmulo de razones por las que seguir respirando cada día.

Mi sueño fue poder hacer soñar al mundo, mi felicidad la de hacer feliz a los demás. Hoy el mundo hace realidad mis sueños haciendo que me sienta mucho más feliz de lo que jamás pude esperar. Magia, eso es la vida, un imposible truco de magia esperando que lo hagas tu mejor posibilidad. 


     [ Sonia Brúnar [

lunes, 11 de enero de 2016

Relojes de vida


Pasan los años con la sensación de que hay alguien manejando las manillas del reloj que mueve nuestras vidas. El pasado siempre parece ser ayer y el futuro llega antes de lo que pensamos. Corren los minutos sin que nos demos cuenta de que no volverán a pisar por el mismo lugar, las horas sin valorar la intensidad que nos dan y los días sin tener en cuenta que se acabarán.

Hoy me siento delante de la ventana de todo lo que quedó atrás. Siento la añoranza de años que no volverán, que desde aquí se sienten muy diferentes. Malos momentos que ahora nos esbozan sonrisas; pensamientos que nos cuentan lo importante que es la experiencia; una perspectiva distinta que nos habla de batallas ganadas, de las derrotas superadas. 

Otra semana valorando tiempos que se fueron. Tal vez la madurez comienza a tener sentido cuando empezamos a hacer este tipo de cosas, cuando en vez de mirar al futuro, entendemos que lo mejor siempre es tiempo pasado. Llega entonces ese día en el que decides que cuando mires allí tan sólo quieres verte siendo feliz, aprovechando las elecciones que equivocamos y que ahora, desde la distancias, nos parecen oportunidades malgastadas. 

Ser consciente de que no podemos cambiar el pasado es la clave para saber que tenemos el presente en nuestras manos; pues nunca es tarde para hacer lo que no pudiste, para darte la oportunidad que nadie más te dará, que sólo tu alma evolucionada puede aprovechar sin que lo puedas estropear. Llega el momento de comprender que lo que no fue no tuvo que ser; de hacer hoy lo que ayer, simplemente, no tuviste que emprender. Cada una de las emociones, acciones o decisiones positivas de nuestro camino tiene en nuestras vidas su mejor momento para ser.

Por todo esto, hoy quiero seguir siendo quien soy, tomando las decisiones que tomo, amando como lo hago y soñando como la vida me ha enseñado. Hoy miro los últimos años de mi pasado y me siento orgullosa de no tener que reírme de mis errores, de poder llorar por la felicidad que me hacen sentir todos mis aciertos, de saber que no hay nada que haya dejado sin decir, sentir o transmitir a los que quiero. Hoy, es ese día en el que algunos decidimos que nuestro pasado será para siempre lo mejor de nuestro presente; esa señal que nos envían los hilos del Universo para recordarnos que, al morir, no nos arrepentiremos de nuestro vivir.

       [ Sonia Brúnar [

domingo, 10 de enero de 2016

Mis sueños


Últimamente he podido ver el resultado de mi afán por ser feliz, por demostrar al mundo que es posible, y que la mayor de las utopías es esa extraña certeza que invita a la sociedad a afirmar que no existe la felicidad completa. Me pregunto cómo se puede vivir sin sentir la ilusión en cada despertar. Seguimos equivocándonos en el concepto que define esa expresión. La cuestión está en saber ser feliz con todo lo que tenemos y no en querer siempre más de lo que ya poseemos.

Dentro del vacío en el que un día decidí quedarme opté por tomar el camino de los sueños. La mejor decisión de mi vida se resume en haberme dado cuenta de que tan sólo de sueños es posible vivir, pues cuando los deseas con el alma, los sientes en el corazón y los haces realidad con tus actos, el Universo mueve sus hilos para que todo sea mucho mejor de lo que estás imaginando.

No hace tanto me vi caminando con la cara más alegre que jamás pude reflejar en el espejo, recogiendo cada sonrisa que el mundo me regalaba al pasar. Pude observar cómo de mi interior salían palabras desesperadas por adentrarse en cientos de corazones. Recuerdo que me paré en mi ensoñación al comprobar lo maravilloso que sería que todo  fuese verdad; esa emoción que nos recorre los sentidos cuando asumimos lo difícil que es hacerlo realidad. Reconozco, sin vergüenza, que me pareció estar pidiendo demasiado tratándose tan sólo de mi persona. Quién era yo para recibir tan grande regalo si no había hecho nada para merecerlo.

Comencé por colarme dentro de mis seres queridos y, muy poco a poco, la magia que hemos sabido compartir, ha ido expandiéndose hasta lugares que ni siquiera conocía. Cada vez más, otras almas se acercan a la mía para reconocer la pasión de mi trabajo, la ilusión que me mueve cada día para intentar hacernos un poco más felices. Hoy me siento orgullosa de poder escuchar de personas cercanas, y también desconocidas, lo importante que puedo ser en sus vidas, y mientras, yo me recreo en la suerte que supone tenerlos en la mía.

Y aunque todo lo que escriba pueda parecer la fantasía de una niña que no quiere dejar de serlo, hoy me quedo con la duda que se plantea mi alumno al peguntarme si no me da vergüenza jugar al "pilla-pilla" con treinta y cinco años, pues detrás de ella se encuentran las respuestas que tal vez no supe darle. De lo que podría llegar a avergonzarme es de no haber hecho a cada segundo todo aquello que me inunda de la más gratificante felicidad.

Cierro lo que quiso ser un artículo con la sensación de haberos escrito una carta. Sonrío al sentir que no es tan loca mi expresión de sentimientos cuando hoy, al fin, sé que hay otros corazones ahí detrás queriéndolos tocar, acariciar y hacer suyos. Firmo con mis lágrimas; lágrimas que me recuerdan que pase lo que pase, siempre habrá personas dispuestas a hacer de mis sueños el motor de su felicidad.

   [ Sonia Brúnar [

sábado, 9 de enero de 2016

Sentados


Muchos esperan sentados a que sus vidas cambien, a que lo malo pase, lo bueno llegue y los sueños se hagan realidad. Es triste verlo cuando ya aprendimos que sentarse tan sólo sirve para descansar, que, en el mejor de los casos, es la forma ideal en la que ponerse manos a la obra de nuestras pasiones; o la postura más cómoda para observar, con el alma, todo aquello que nos hace vibrar. Pero esperar...¿esperar a qué?

Siguen pasando los días mientras me rodeo de personas que creen verme bendecida por el poder de la felicidad; que se paran delante de mí para lamentarse de vidas que ya quisiera yo experimentar... Una sonrisa constante en nuestro rostro significa que somos felices, pero no implica que no sea una recompensa por la superación de los malos momentos, de los tragos que amarguearon el latir de nuestros corazones, de las despedidas que abrieron heridas que nunca cicatrizarán.

Y así, siguen pasando los meses mientras el Universo mueve sus hilos para mostrarme el dolor de personas que no tienen motivos para sufrir, que no tienen nada que perder y que, precisamente por eso, temen perderlo todo. Cada vez que lo veo siento en mi ser la tranquilidad de saber que al quedarme sin lo que tengo, siempre me quedará el poder para seguir sonriéndole a la vida. Dulce ironía que da sentido a mis días...

Hoy, de nuevo, rechazo los sueldos fijos, las espaldas cubiertas y los contratos eternos que, en un abrir y cerrar de ojos, la vida puede permitirse el lujo de romper. No quiero la seguridad que el mundo cree tener por no tener seguridad en lo más importante, en lo único que debe tener valor, en la única manera en la que el alma se siente reconfortada. Si puedo cubrir las necesidades básicas de una especie como es la nuestra, todo lo demás...son lujos que optamos por disfrutar.

Por eso, son los años los que me enseñan que, mientras las almas sin rumbo se lamentan sentadas de tener todo lo que ellos mismos construyeron, yo me siento para seguir haciendo mis sueños realidad, para convertir mis letras en la cama donde también puedan descansar vuestras pasiones; para crear con mis frases un Universo donde cada uno pueda ser quien es, estar donde le apetezca y compartir con los demás la maravilla que supone poder respirar.

Brindo de nuevo mis sentimientos a quien tenga ganas de despertar; a los que se duermen entre las quejas que poco a poco van empobreciendo sus vidas, que les frenan en el camino y que no les permiten responsabilizarse de su propia verdad. Quien se cree atrapado y controlado, es tan sólo aquel que no entendió el sentido de su propia libertad.

Dejo caer mis anhelos ante vuestros ojos por si su luz pudiese iluminar cada mensaje escrito entre mis líneas, cada secreto de los que grito al viento, cada lección que la oscuridad nos ofrece y, sobre todo, cada rayito de esperanza que nos hace entender... que sólo tenemos lo que deseamos tener.



                                                                                          ☯ Sonia Brúnar ☯

jueves, 7 de enero de 2016

En blanco


Otro folio en blanco, una historia por contar, una experiencia que mostrar, cientos de sueños por elevar a lo más alto. En ocasiones, el vacío de mis hojas me descolocan ante la incertidumbre que me produce saber si seré capaz de escribir, con destreza, las palabras que esperan ser leídas. Otras veces, mis manos se acoplan sin temor, sin prisa ni pausa, a cada sentimiento que hace sonar mis teclas.

Otra hoja en blanco. Me pregunto qué necesitas ver; tú que estás al otro lado de mi vida, esperando ser reflejado en mi alma, comprendido por mi mente y amado por mi corazón. ¿Puedo realmente ser en tu vida todo aquello que necesitas sentir? Tiemblan mis dedos ante la idea de poseer un don con tanta fuerza, esa que se necesita para mover los hilos de vuestro propio Universo.

Otro papel en blanco. Color que enfría las emociones que me permiten vivir. Es frío sentarse delante de la nada. Sin embargo, todo cambia cuando son vuestras almas las que dan calor a mis frases, las que llenan de sentidos mis noches de inspiraciones dormidas, las que iluminan aquello que es tan fácil de apagar.

Otro día en blanco. Me siento delante de mis sueños y no veo la distancia que me separa de ellos. Creéis ser los más afortunados del mundo por haberme encontrado, sin saber que la suerte es sólo mía por ver mis ilusiones hechas realidad en vuestras vidas. Dice, quien me quiere, que soy más de lo que muestro; que llego más lejos de lo que puedo observar; y que, si me parase a descansar, podría ver que lo que me rodea, es mucho más de lo que pude soñar.

Otro momento vacío que con vuestro amor lleno de letras; esas que juegan a agradeceros, entre líneas, que marquéis un rumbo firme para mis sinsentidos, que hagáis vuestros mis escritos, que, sin pedíroslo, me devolváis la paz que os doy.

No habrá en el Universo libros en blanco suficientes para dejar plasmada, en la eternidad, la felicidad que se siente cuando los sueños se hacen realidad. Hoy lleno de sonrisas una página de vuestro día, con la esperanza de que las siguientes las escribáis sintiendo lo maravillosa que puede llegar a ser la vida.

                                                                                              ☯ Sonia Brúnar ☯

miércoles, 6 de enero de 2016

Desamores


La despedida del amor es un duro paso por el que todos pasamos alguna vez. Amores que creímos eternos, sanos y felices se convierten en miedos, límites y soledad. Despertamos sin saber qué hacemos en el lugar en el que estamos y salimos corriendo sin entender siquiera cómo llegamos allí; o, peor aún, buscas su pasión y tan sólo encuentras el leve cariño de quien ya se cansó de buscarla en ti.

Así, las mañanas dejan de amanecer con el sol y nuestros ojos sólo son capaces de abrirse durante las largas noches en las que nuestras lágrimas preguntan si seremos capaces de llenar ese gran vacío que la relación nos dejó. Cuando, aunque sólo fuese por un momento, nuestro amor fue verdadero, deja de tener importancia quién tomó la decisión de hacer lo que el otro no se atrevió.

Las estrellas se convierten en testigos de nuestras ganas de conseguir dejar atrás lo que ya es imposible que siga adelante. Será entonces cuando a nuestra mente sólo vengan los buenos momentos, los besos más dulces, los viajes más apasionados y las caricias más cálidas. Una sonrisa que te pellizca el corazón, una mirada que te invita a vivir, los días soñados y los sueños compartidos... El alma vuelve a partirse en mil pedazos y la oscuridad se intensifica para dejarnos en el mayor de los desconsuelos.

Perdidos en un mundo que parece no conocernos optamos por olvidar mucho más allá de lo que tuvimos. Un paso firme para entender que lo que no puede ser jamás será. Decidimos retar a la noche y levantarnos con el primer rayo de sol. Una sonrisa forzada al espejo y otra de repuesto por si nos reflejamos en algún escaparate. Salimos a recorrer la ciudad buscando las señales que nos digan que no merece la pena seguir lamentándonos por todo aquello que no podemos cambiar.

El Universo comienza a mover sus hilos para hacernos entender que no volveremos a estar entre sus brazos, no tendremos su sabor en nuestros labios, no sentiremos jamás el latir de su corazón; pero también, para mostrarnos la inmensidad de un mundo que difícilmente podremos disfrutar desde nuestros sollozos. Los ojos se inundan de felicidad al ver millones de almas a nuestro alrededor; almas que sueñan, sienten, se ilusionan y que, en muchos de los casos, buscan lo mismo que nosotros.

Lloremos cuando duela, pero no hagamos del dolor nuestro día a día, pues ya sabemos que el amor empieza y acaba, pero también, que cuando acaba lo hace para poder volver a empezar.


                                                                                                 ☯ Sonia Brúnar ☯



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