martes, 26 de febrero de 2013

Qué sabes tú...

   Basta una canción cuya música se cuele en tus sentidos, cuya letra te roce, por cualquier motivo, el corazón...; basta el recuerdo de una mirada, el de una caricia que tal vez no fue ni eso, el de un beso al que no dimos importancia...; basta la nostalgia de su recuerdo, de sus deseos de amar, de su capacidad para hacerlo... Basta que la luna esté llena para que mi corazón decida inspirarse, decida ponerse romántico, decida dejarse llevar...

   Así, mis pensamientos vuelan hasta donde estás tú. Y quién sabe dónde estás tú. Yo diría que ni tú misma lo sabes, yo te diría tantas cosas... Puedo verte sonreír mientras intentas llevarme al lugar en el que te gustaría tenerme; puedo ver como escondes tu emoción centrándote sólo en destacar la que yo me niego a ocultar; puedo perderme durante el silencio de varios segundos que parezcan horas en la intensidad de tu mirada, esa que sin darte cuenta tiembla cuando tiene la mía delante. No...dije que no diría nada, nada de lo que veo, de lo que sé, de lo que siento. No...mejor no te digo nada.

  Y aquí, mientras el estómago me recuerda que también me quitas el hambre...me pregunto quién ha decidido que yo sueñe con el amor a través de una historia que tan sólo encierra nuestra pasión. Me pregunto...hasta que dejo de preguntarme para darme cuenta de que esta aventura tiene el placer ser escrita por nosotras, con mis manos, con estas con las que hago nuestro mundo a medida, el de todos los que se ven reflejados en nuestras andanzas, esas que inventamos, que no vivimos, pero que soñamos, que tal vez sólo sueño yo, que quizás sólo deseas tú...

   Y qué sabe nadie, mi amor, si es verdad que un día te besé o si no es cierto que aún no me he acercado a ti; si alguna vez nos sentamos juntas a soñar o si lo más cerca que hemos estado es a mil kilómetros de distancia; si lo que te escribo lo siento o si sólo me lo invento, si es quiero que lo sepas o simplemente que lo pienses... Qué sabe nadie, mi amor, si ni nosotras mismas lo sabemos; si ni siquiera sé si existes o eres sólo un sueño que tengo cada día al dormir; ni siquiera sé si me ves o si sólo soy otro espejismo más dentro de mi propia ilusión, de esta vida que inventé para poder tenerte, para poder escribirte, para poder soñarte, para poder amarte...qué sabe nadie, qué sabes tú...

Luna llena.

   Dicen que en noches de luna llena hay que aprovechar para pedir deseos, para soñar con mucha más fuerza con todo aquello que nos mueve el corazón.

   No quiero perder la oportunidad de pedir los míos. Hoy, mi luna, mi luna llena, yo deseo...

   ...que el mundo recuerde que el Universo nos creó libres; libres para amarnos y respetarnos y no para destruirnos y odiarnos.

   ...que las personas aprendamos a mirar nuestro interior dándole el valor que necesita y consiguiendo al fin ser simplemente quienes somos; sin rumores, sin maldad, sin envidias...

   ...que la amistad sea el mejor regalo, la sinceridad el lazo que mejor la envuelva y los abrazos la recompensa por conseguir mantenerla viva cada día.

   ...que el trabajo deje de ser una carga y se convierta en la motivación que nos invite a movernos, a vivir en base a lo más importante...nuestras verdaderas pasiones.

   ...que dejemos de confundir los sueños con los imposibles, porque no hay sueño imposible, ni imposible con el que no podamos soñar.

   Deseo, mi lunita, yo deseo...

   ...que el amor me valore como una persona que siente, que hace sentir; una mujer que no pide nada, pero que puede entregarlo todo; un ser que, como todos, tiene la necesidad de que alguien la colme de mimos y caricias, de besos y promesas, de cientos de sueños por alcanzar. Desearía volver a creer que todo eso tiene algo de verdad dentro de nuestra realidad...

   Aisss....pero lo que yo más deseo mi luna mágica es...

   ...poder pensar en ella a cada instante, como ahora lo hago, pero sin que el alma se me parta en mil pedazos, sin que me duela el corazón por el vacío que me ha dejado, sin que me derrumbe sin remedio...; quiero tenerla en mí a cada instante, acompañándome, quiero hablarle y contarle qué me pasa, quiero escuchar su voz, poder sentir su abrazo...daría mis sueños por abrazarte mami... Lo quiero todo con ella, pero sin que llegue a dolerme, sin sentir que no despierto de esta pesadilla...sin sentir que un día perderé todas mis fuerzas...

   Deseo que la vida nos muestre su cara más amable, la más sonriente, haciendo de nuestras lágrimas la pócima secreta para bañar nuestra alma de la felicidad que necesitamos para seguir cada día a adelante, para aprovechar cada segundo, como lo que es, el último de nuestras vidas... Deseo  amar, sentir, vivir...

lunes, 25 de febrero de 2013

Escritora

   Mis manos, como si nada tuviesen que ver con el resto de mi cuerpo, se deslizan suavemente sobre ti. No necesitan a mis ojos para verte, pues conocen cada centímetro de tu cuerpo, cada parte que lo forma, dónde está cada una de las cosas que desean encontrar en él, cada botón que accionar para que le des el resultado al que tanto desean llegar.

   No hace tanto que llegaste a mi vida y, sin embargo, eres el nexo de unión entre la mayor de mis pasiones y el contacto que necesito tener con el Universo entero. No sé, a estas alturas, cómo podría imaginarme sin ti, tú que tanto me has ayudado, tú que estás a cualquier hora, tú que soportas todos mis altibajos, que me ayudas a superarlos...

   No hay nada mejor que hacer lo que te gusta en la vida, que ser quien eres realmente... Me encuentro cada día con personas tan seguras de sí mismas...de lo que son, de lo que quieren, que me doy cuenta en sus miradas que en realidad andan totalmente perdidas. Cuando sabes lo que quieres no lo gritas al mundo, tan sólo lo disfrutas y lo haces, lo sientes...

  Por mi parte, hoy no quiero pensar en nada, en nadie, hoy estamos aquí sólo tú y yo. Y de nuevo, sin poder evitarlo, se me van las manos a cada una de tus teclas, mi mirada a esa gran ventana que me abres al mundo y mi corazón se deja llevar sin más mientras el ruido del mi pasión se oye por toda la habitación. Bendita inspiración que me da la vida, que me llena de sentido el ser.

   No le escribo a un ordenador, sino a mi herramienta de trabajo, no le escribo a las redes sociales, sino a los que estáis detrás de ellas; no le escribo a la nada, sino a todo un mundo que cada día se llena de nuevas ilusiones, que a cada paso alcanza un sueño más para volver a dormir y seguir creando cientos de ellos. 

   Te doy las gracias por estar siempre a mi disposición, por acompañarme allá donde voy, por ser el transmisor de lo que mi alma siente, te doy las gracias, simplemente, por permitirme ser quien soy, ser lo que soy: Escritora.


Hoy no te escribiré...

   Es algo que me prometí hace unos...cinco minutos. Hoy no te escribiré porque sé que eso es justo lo que esperas que haga, porque estoy segura de que es lo que deseas, porque no quiero hacer todos tus sueños realidad si en ellos no me incluyes a mí.

   Hoy no te escribiré porque me has tenido demasiado tiempo esperando esas palabras que tan fáciles eran de decir; porque me has quitado la calma aún sabiendo que podías evitarlo, aún sintiendo que me estabas robando el sueño...

   Hoy no te escribiré porque aún sigo perdida en todos los besos que me debes, en todas las caricias que no me diste; porque al escribirte te pienso, al pensarte te siento,  al sentirte me pierdo...

   Hoy no te escribiré porque después de ver de nuevo tu mirada me he dado cuenta de que no estabas equivocada, de que puedes volverme loca haciendo que tu tranquilidad sea la causante de todas mis inquietudes.

   Hoy no te escribiré porque al hacerlo mis sueños vuelan demasiado alto, allí donde nunca podrás llegar; porque mi corazón se acelera...y no por falta de azúcar, sino por la sobredosis de excitación que te gusta hacerme sentir.

   Hoy no te escribiré porque soy libre para hacer lo que quiera, porque no estás dentro de mis planes, porque no formas parte de mi rutina, porque no sé ni quién eres, por qué te has colado en mi vida...

  Hoy no te escribiré porque sé que mis letras forman parte de esa adicción que poco a poco irás sintiendo por mí, que poco a poco a ti tampoco te dejarán dormir. Prometí no turbar tu tranquilidad y no pienso romper mi promesa. Prometí no escribirte, por eso hoy no te escribiré...

domingo, 24 de febrero de 2013

No sé...

  No sé, por mucho que me lo pregunto, qué fue aquello que te trajo a mí, que te hizo dar esos pasos. A veces nos lanzamos a jugar sin darnos cuenta de que la persona que nos acompaña no es un juguete más, sino otro jugador que forma parte de la misma partida...

   No sé, por muchas vueltas que le doy, por qué te has atrevido a pasear tan cerca del fuego para dejar que sea yo la que finalmente se acabe quemando, la que pierda todo aquello que apostó. En demasiadas ocasiones tendemos a hacer las cosas sin tener en cuenta las consecuencias que tienen para los demás. No creas que te culpo por ello, no somos tan diferentes...

   No sé, por mucho que lo intento, en qué momento me acerqué tanto a ti como para hacer que mi brújula perdiese el rumbo que tan bien definido tenía. La base de mis sueños está en esa brújula...no sé cómo te has atrevido a marearla...

   No sé, por mucho que lo desee, por qué me resulta imposible olvidar cada mirada, cada gesto y cada frase que me has dedicado y, sin embargo, por qué ya no me acuerdo de todos los días que llevo sin dormir empapada en mi mar de dudas... Me pierdo entre lo poco que me diste sintiéndolo como el regalo más pequeño del mundo, pero, al mismo tiempo, el más valioso y lleno de amor que nadie más podrá regalarme...

   No sé, te juro que no sé, cómo es posible que no quiera dejar de sentir como te llevas mi calma, como sigues robando mis sueños... No sé por qué si no te escribo siento que acabaré por perderte del todo; por qué si no te sueño sé que terminaré por olvidarte para siempre; por qué estando tan lejos yo te sigo sintiendo tan cerca; por qué aunque me apartes de tu vida yo sigo creyendo que quieres que me quede en ella...

   No sé, te aseguro que no lo sé...

sábado, 23 de febrero de 2013

Tu mundo a medida.

   Hoy quiero regalarte justo lo que necesitas...tu mundo a medida. Un mundo donde todos tus deseos sean la mejor forma de vivir, tus sueños cada uno de tus días y tu felicidad hacer, simplemente, lo que te apetece...lo que sientes.

   No te desilusiones cuando te diga que ese mundo no es un pueblo perdido entre las montañas, no es una playa desierta en la que poder desnudar tu alma siempre que quieras; no es un mundo vacío de dudas ni de miedos; no está en la otra vida ni en un sistema paralelo; no es un mundo perdido imposible de encontrar...

  A pesar de eso, mi amor, te aseguro que este mundo, tu mundo a medida, es solamente eso, el mejor lugar para vivir. Allí no hay nadie que perturbe tu tranquilidad, pues en él sabes disfrutar de las emociones sin darle más sentido del que tienen; allí tus miedos existen, pero junto a ellos también tu capacidad de hacerles frente; un mundo donde no estamos los que te creamos la incertidumbre, pues sólo tú eres la dueña de lo que piensas, de lo que sientes... Un mundo donde cada mañana el sol sale para recordarte que estás viva, que cada segundo que camines será justo lo que haga que tus noches se acuesten habiendo vivido, habiendo sido quien eres; donde lo que sientes es siempre lo mejor para ti, donde no hay nadie que juzgue lo que haces, porque nadie tiene el poder para hacerlo. Un mundo donde sólo está quien tú quieres que esté, donde sólo hay lo que quieres que haya, donde tan sólo el viento puede despeinarte, tal sólo el agua puede mojarte, tan sólo la felicidad puede derramar tus lágrimas.

  Ese mundo que buscas no está más lejos de lo que tú estás, no es más difícil de lo que tú misma quieras complicarlo. Ese mundo es un mundo que existe, para ti y para todos. Tu mundo a medida está dentro de ti. Por eso mientras miras afuera te estás perdiendo todo lo que anhelas, todo lo que te quita el sueño. Dentro de tu piel hay un corazón capaz de sentir, no lo ahogues en una sociedad que no podrá entenderlo; dentro de tu corazón navega un alma con la valentía suficiente como para abrir los ojos a la realidad; dentro de la realidad está la verdad y el sentido de nuestra existencia: no hay más vida que esta que ya sabemos que no será eterna, que no sabemos si durará cincuenta años más o tan sólo un segundo. Nadie importa más que tú, nadie sabe lo que tú, nadie es dueño de tus emociones y sentimientos, nadie...sólo tú.  No hay un mundo a medida más perfecto que ese en el que ya el Universo te está dando la oportunidad de vivir. Siente, vive...

No hacen falta palabras.

   Hoy mi alma se mostró distinta en su despertar. Supongo que han sido demasiados días lejos de Morfeo y su reencuentro de anoche con él la hizo amanecer con algo más de luz...de energía. A veces me paro a pensar en la cantidad de energía que se nos va en el amor. Es maravilloso, pues el amor es el único sentimiento capaz de mover al mundo entero, a tu mundo, al mío...

  El día de trabajo, sin embargo, no fue más llevadero. Sin el sol nada es lo mismo. Salí por la puerta del colegio como si tras ella estuviese ese soplo de aire fresco que venía necesitando hacía ya días. Otra de esas sensaciones mías que no fallan. Me dirigí al coche con el frío recordándome lo muchísimo que echaba de menos tu calor, ese que nunca me diste, ese con el que tanto soñé. Al acercarme al coche y levantar la mirada mi respiración se cortó durante tantos segundos que creí morir allí mismo. Como siempre, no hicieron falta palabras... No hicieron falta palabras...

   ...para que tu mirada volviese a hacer latir con fuerza este corazón que ya empezaba a tranquilizarse.

   ...para que tu mano extendida hacia la mía borrase las dudas que inundaban mi mente.

   ...para que tu abrazo contestase a la pregunta que cada día me robaba el sueño...ese sueño que un día tuve para ti.

   ...para que tu beso me contase todo lo que tu silencio tenía guardado sólo para él.

   ...para que mis ojos se abrieran y pudiesen disfrutar al fin de ese deseado desayuno a tu lado.

   
   No han hecho falta palabras para que tu imagen me haya contestado a lo único que realmente me ha robado el sueño estos días: cómo te sientes... Ahora lo sé. Tu mirada no tiene su luz, tu sonrisa está a medias y tu corazón está intranquilo... No creo que necesites mis palabras para saber que siempre estaré aquí, creando para ti cientos de sueños que te permitan salir, aunque sólo sea durante unos minutos, de cualquier mar de dudas que pueda ahogarte; estaré aquí para lo que están las personas a las que les importas, para darte la mano si la necesitas, para ayudarte a ser feliz, para regalarte mis sueños...los sueños que siempre nos quedarán. 

miércoles, 20 de febrero de 2013

Gracias a ti por venir a mí.

   No sé si se trata de algo más, si es tan sólo una frase o quizás ese sueño eterno que siempre nos quedará; si es, tal vez, un sueño cumplido o todos los sentimientos que me ocultas para no ilusionarme más; si se trata de mi equivocada forma de entenderlo o es que, simplemente, prefieres no pensarlo jamás.

   Hoy todo eso ya no importa, pues ni siquiera un adiós fue testigo de lo que nunca tuvimos, ni siquiera unas palabras salieron de tu alma para poder dejar descansar a la mía. Qué verdad hay más dolorosa que el silencio de un corazón que no termina de decirme adiós...

   Por mi parte, siempre he presumido de la buena educación que con esmero me dieron mis padres, del respeto que siento por todo corazón capaz de abrirme tan sólo una ventana a su interior, de la capacidad para decir siempre lo que siento aunque con ello me despida de quien no quiere escuchar mi voz. Trato siempre de cerrar las puertas que no deseo que queden abiertas, de calmar las dudas que pueden nublar otras mentes que me piensen y me sientan con sinceridad. Por eso y porque no quisiera guardar el recuerdo de una decepción que nuble todo lo que juntas construimos en el aire, hoy soy yo quien te da las gracias...

   Gracias por dedicarme tu mirada, esa de la que me hice dueña y que ni el viento ni la lluvia han conseguido borrar; gracias por las frases que, guardadas para siempre en mi cajón de lo imposible, podré rescatar cada vez que me apetezca sentir ese pellizco que tus sorpresas siempre supieron provocarme; gracias por haberme pensado y...seguir pensándome tanto que puedo llegar hasta sentirlo, que puedo notarlo en cada sonrisa que te dedico aún sabiendo que ya no estás; gracias por prestarme, aunque sólo fuese en mis sueños, cada uno de los deseos que hubieses querido alcanzar, cada uno de los besos que ya nunca más volverán; gracias por tocar mis dedos con los tuyos, por hacer de un simple gesto todo un mundo a nuestro alrededor, toda una montaña de emociones que...tal vez nos quedó demasiado alta para poderla superar.

  Gracias, sobre todo, por haberme recordado que nunca estaré a salvo del amor, que debo dejar de huir de él; por haberme hecho enfrentarme a mi más temido enemigo y, por primera vez en mi vida, haberle ganado la batalla sin ni siquiera haber tenido que molestarme en luchar. Gracias, mil veces gracias, por dar sentido a mis letras, a mis sueños y mis pasiones... Y más que nada, y porque sé con certeza que yo nunca me moví de donde estaba,...gracias a ti por venir a mí.

domingo, 17 de febrero de 2013

Mientras yo te buscaba...

   Al atardecer fui a buscarla, no sé por qué. Tal vez por los besos que me regaló ayer. Ha sido emocionante salir al mundo, ese infinito mundo que nos rodea, en busca de su mirada. Sin tener la más mínima idea de dónde puede encontrarse alguien no es fácil buscar...tardé en darme cuenta.

   La he esperado allí donde he querido verla. En todas partes. No hay rincón de esta ciudad que no tenga su imagen, ni calle que no lleve su nombre; no hay ráfaga de viento que no me traiga su aroma, ni rayo de sol que no me transmita su calor. Puedo hacer que todo sea ella, que ella lo sea todo.

   Al fracasar en mi propósito de encontrarla me di la vuelta para volver a casa. Me sentía bien, no la vi, pero seguía estando dentro de mí. Con mi sonrisa eternamente dibujada y mis ganas recorriéndome el cuerpo subí la calle que conduce hasta mi puerta. Mientras miraba al suelo para hacerme consciente de mis pasos algo me incitó a levantar la mirada. Mi corazón se paró. Me acerqué y le susurré al oído la única frase que intercambiamos hasta terminar de saciar el morbo que durante tanto tiempo habíamos alimentado: "Mientras yo te buscaba tú ya me habías encontrado".

  Horas después, mientras ella dormía el deseo con el habíamos jugado me permití dejar constancia en una carta del maravilloso momento que me había hecho vivir: 

   "Todo es curioso y excitante cerca de ti. No hicieron falta palabras para invitarte a mi casa, creo que ella ya te había enviado la invitación por sí misma. Ahora no puedo parar de revivir todo aquello de lo que ha sido testigo.

   Un segundo para cerrar la puerta y tus labios ya estaban mojando a los míos. Te había sentido tan lejos que aproveché el momento para pegarme fuertemente a ti. Contra la pared apreté tus manos haciendo que sólo yo pudiese controlar el deseo que nos estaba envolviendo. Nada más fascinante que ver cómo al separarme de ti, como al impedir que pudieses acercarte, tu cuerpo persiguió al mío incitándolo casi con desesperación a unirse a él.

   De camino a la cama encontramos cientos de lugares donde pararnos buscando la forma de seguir caminando sin llegar a alejarnos. Era como si estuviésemos seguras de que al separar nuestros labios aquel sueño pudiese esfumarse sin más. 

  Al tumbarnos la mitad de la ropa ya había desaparecido. Eran tantas las ganas de tener la suavidad de nuestra piel rozándose que quitarse lo demás parecía imposible...imposible dejar de acariciarnos. Fue el calor que desprendíamos quien le ganó la batalla al inevitable desnudo que acabamos por encontrar. Sólo de pensar que podría sentir en mí todo el calor que tu interior es capaz de desprender se me cortaba la respiración. No estaba segura de poder soportar tanta excitación.

   No podía permitirme tenerte así entre mis brazos y perder la oportunidad de colarme dentro de ti. Hay un gran mundo por explorar dentro de toda mujer... Estimulé cada centímetro de tu piel mientras tu garganta hacía de mis movimientos tus palabras...esas que me recordaban que de seguir así acabarías por morir.

   Una vez que me había bebido toda la humedad que minutos antes yo misma te hice derramar, mi deseo no pudo contener más las ganas de unir nuestro fuego. Al posarme sobre ti, no tuve más que besarte para que tu cuerpo se adaptase al mío, encajando como si de dos piezas de puzzle se tratasen. Tus ojos me permitieron ver todo lo que tu ser estaba sintiendo; tus gemidos me mostraron lo que nuestros movimientos provocaban; tus labios me regalaron el sabor de la pasión; y el Universo nos regaló el placer necesario para tocar el cielo durante mucho más tiempo del que jamás hubiésemos imaginado".


   Después de escribir esta carta fue cuando mis ojos se abrieron para ver que ya no estaba, para dudar de si realmente había estado. Sueño o realidad puedo decir que lo viví, puedo asegurar que  estuve allí.
  

  

 

sábado, 16 de febrero de 2013

Me quedo con tu mirada.

  Deambulé por calles infinitas donde la niebla tapaba cualquier rayo de luz que pudiese iluminar un ápice de lo que tan oscuro se volvió. La mente colapsada y sin control ante cientos de pensamientos que no hacían otra cosa que marcarme la señal de lo imposible, de aquello que sé que puedo tener y transformar en realidad, pero no sin el dolor y el esfuerzo que provocan grandes cambios como ese. 

   No es mi vida. No soy quién para usar ese gran poder que el Universo me ha otorgado para cambiar todo a mi antojo, para hacer de mis sueños la realidad de una persona que tal vez tiene otros. De nuevo se cumplen mis sueños más allá de lo imaginado, de lo esperado... El Universo siempre sublimándolos hasta lo más alto de cielo. De nuevo, sí, de nuevo nos paramos en el punto en el que dar otro paso puede cambiarlo todo, el punto y seguido para dar rienda suelta a lo que la vida nos está regalando. Maravillosa sensación la de rozar tus manos, la de sentir tus dedos entrelazados a los míos. Tanta gente y ningún testigo de lo que nos decimos sin hablarnos...

   Tanta gente en el mundo y has tenido que ser tú, la dueña de esa mirada a la que tantas veces le escribí en secreto, la que venga a sacarme de la cárcel del dolor para volver a llenar mi vida de emoción; tanta gente hablando y han sido sólo tus palabras las que me han tocado el corazón haciéndolo temblar, haciéndolo suspirar; tanta gente dándome amor y son tus sentimientos los que golpean mi mente haciendo que me repita que no...otra vez no; tanta gente y soy yo la que tengo que plantarme ante tus dudas, aún sabiéndome capaz de poder disiparlas con la sinceridad de mi alma, con la convicción de que todo es posible siempre que sea tu corazón el que lo siente.

   Eso es, esta vez no, no seré yo la que te haga ver que los sueños existen para hacerlos realidad. Me quedo con tus besos, con tu sonrisa, con la suavidad de tu piel, con el calor que hago desprender de tu cuerpo, con tu mirada, esa que ya es tan sólo mía, esa que fue el principio de todo lo que ahora no nos deja respirar...

viernes, 15 de febrero de 2013

Sintiendo mi realidad.

  A través de mis letras me atrevo a cambiar el mundo. He descubierto que, al ser yo la creadora de mis sueños, también puedo llegar a hacer de ellos lo que quiera con mis relatos, con lo que escribo. Me planteo que si ayer pude meterme dentro de ti para dedicarme esas palabras que me gustaría oírte decir, porqué no voy a poder hoy hacer del final de mi día lo que me hubiese gustado. Todo es posible, a través de mis manos todo lo es.

   Para ello viajé hasta el único lugar en el que podía encontrarte. Te busqué aún sabiendo que no estabas allí. Te esperé. Qué bella sensación la de hacer justo lo contrario de lo que crees que deberías. Ahora, tumbada al calor de tu recuerdo, decido que al fin pude verte entrar por la puerta, sonriente como siempre, iluminando cada rincón por el que pasas, derrochando toda tu energía a  través de la magia de esa mirada única que el Universo te ha regalado.

  No hay nada más intenso que ese momento en el que al girarte me ves justo delante, a cientos de kilómetros, pero muy cerca de ti. Basta sólo con eso...con una simple mirada, para que un día entero llegue a tener sentido. Muchas veces me has hecho sentir esto. Quizás por esas imágenes, que jamás podré borrar de mi mente, hoy levanté mi mirada y te vi parada frente a mí, te vi justo donde quería tenerte.

   Los minutos no pasan en balde cuando estamos juntos, las horas no están faltas de emoción cuando nuestros cuerpos se acercan, las noches son demasiado cortas cuando estamos tan cerca... Así, hoy hemos vuelto a aprovechar esas horas que la vida nos ha regalado, esos momentos que nos llenan de vitalidad, de emociones y de ilusiones, de dudas y de certezas...

   Cómo podría uno de mis detalles sorprenderte si siempre me colmas de cientos de ellos. No hay día que a tu lado no me hayas hecho sentir el centro del mundo, lo único que había a tu alrededor y, ¿crees que no lo he sentido? No imaginas cuánto. Me guían más las sensaciones que las palabras, me dejo llevar más por una mirada que por un gesto, me pierdo antes ante el descaro que ante el sosiego. 

   Sin embargo, como ser humano marcado por lo ingenuo de esta sociedad que soy, no me queda más que esperar a tus palabras para creer que todo lo que percibo es verdad, que no me estoy perdiendo ante aquello que sin darme cuenta tal vez anhelo.

   No me importa tu ausencia porque, como ves, puedo crear cuando quiera tu presencia; no me importa que me faltes durante todas las horas del día porque, aunque no lo sepas, puedo evocarte con todo detalle en el momento que prefiera; no me importa si no sientes lo mismo que yo, pues como hice ayer, hoy puedo de nuevo poner mis sentimientos en tu voz, mis deseos en tu corazón; no me importa que tú tan sólo seas mi musa y yo sólo quien con mis palabras hace vibrar tu alma; pero sí que hay algo que me importa y es... que no quisiera morirme sin saber qué es lo que realmente quieres tener...

miércoles, 13 de febrero de 2013

Perdida entre tus sueños...

   Hoy estuve allí. Sí, allí donde nos conocimos, donde tal vez sólo coincidimos... Hace tiempo que no estás, pero...no sé si es tanto el tiempo que llevas lejos o si es tan sólo el suficiente para volverme loca al extrañar tanto tu presencia.

   Nunca estuvimos más cerca de lo que el momento nos permitió, nunca compartimos más de diez palabras...no a través de nuestra voz. Hoy me doy cuenta de que no siento lo mismo, sin ti ya no es igual. Eras sólo tú, sin tener que hablar, sin tener ni tan siquiera que rozarme. Desde la distancia siempre supiste hacerte presente en esos momentos, tocar una parte de mí que, aunque aún me cueste asimilarlo, nadie antes tocó...no sabía que existía.

   Ahora te pienso sin cesar mientras todo esto da vueltas en mi mente, mientras me pregunto que línea hemos rebasado para que todo lo que siempre fue sin más ahora sea tan diferente. No creo que seas capaz de creer que yo piense en ti tanto como tú lo haces en mí. Cada vez que tus palabras están dedicadas a mí puedo sentirlo, puedo notarlo dentro. No tengo más que buscarte en el infinito mundo que has creado para sentir como tus letras acarician esa parte tan dormida que tanto tiempo reposó en mí.

   Ya me prometí hace tiempo no confesarte lo que provocas en mí, lo que me gusta provocar en ti. Me aseguré de controlar cada vibración que haces llegar a mí, cada emoción que consigues multiplicar por mil... Por eso estas letras, estos pensamientos y, por qué no, estos sentimientos quedarán guardados dentro de mis ser como algo único e irrepetible, pues irrepetibles nos hace la vida, irrepetible nos ha creado el Universo...

  Sí, ese Universo en el que tanto crees, al que tanto proyectas y por el que tanto desear me has arrastrado hasta ti, te has apoderado de mi tranquilidad, de mis deseos, de mi imaginación. Ya lo sabes...dueña de ti me hicieron tus gestos; presa de tu voz me hicieron tus palabras; ciega en la razón me dejaron tus ojos y...perdida entre tus sueños me dejó tu sorpresa...


Eternamente...tú.

   Quién puede decirnos que tres meses o tres mil años bastarán para olvidarte. Nadie puede aventurarse a medir un amor tan infinito como el que un hijo siente por su madre, como el que ahora se desborda por la piel de quienes tanto te echamos de menos.

   Han pasado tantas cosas en tan poco tiempo... Al pensar en que no estás todo queda en nada, el mundo se para en ese mismo instante en el que te alejaste de aquí, en el que decidiste privarnos del lujo de sentirte cerca. Quisiera contarte tantas cosas...me cuesta tanto disfrutar de todos los regalos que el Universo me ofrece... No creerías las cosas que me están pasando. Puedo escuchar todas las palabras que me dirías si te lo contase. 

   Sabes que es cierto, mami. Tú siempre supiste qué rondaba mi mente y mi corazón y, lo mejor, es que también yo supe adivinarte. Hoy, como cada día, tuve mis minutos de desconsuelo, de dejarme llevar por los pensamientos, por este vacío que has dejado en mí. No sabes lo que hubiese dado por poder descolgar el teléfono y contarte lo feliz que soy en ese cole con vistas a nuestro lugar...a nuestra Caleta; lo que me gustaría compartir contigo las emociones que esa mirada me hace sentir, las palabras que ayer me robaron el aire, las situaciones insólitas en las que tanto nos ha gustado recrearnos... Siempre sentí miedo de estas sensaciones y tú siempre supiste decirme lo que necesitaba oír: "¿No eres tú la que dice que hay que disfrutar de cada momento como si fuese el último? Adelante, chata". 

  No me consuela saber que te sentirías orgullosa de mi al contarte mis logros; no me consuela saber justo lo que me dirías si te contase mis aventuras, mis miedos...; no me consuela nada, pues nada es comparable a los besos que me faltan, a la melodía de tu voz mientras me das los consejos; al sonido del móvil cuando eres tú quien me llama... Cosas sin aparente valor empiezan a tenerlo cada vez más. Me resulta increíble hacerme consciente de las pequeñas cosas que echo de menos de ti. Estar haciendo spinning en casa y que llegues con tu cigarro en la mano...lo que daría porque contaminases cada átomo de oxígeno que respiro; tu impaciencia ante la ausencia de respuesta en tu llamada...lo que daría por sentir la intranquilidad que siempre te ha dado el pensar que podía habernos pasado algo; la euforia casi infantil al abrir tus regalos de cumpleaños...lo que daría por sentir esa incertidumbre de saber si había acertado en el regalo; tu risa tonta al hacerte protagonista de mis más intensas historias de amor...lo que daría porque siguieses haciéndome creer que el amor verdadero existe...

  Ya da igual lo que hubiese sido capaz de dar por retenerte por siempre a mi lado. Ya no estás. Ya no hay más noches a tu lado, más días soleados sonriendo juntas junto al mar. No hay más... 

   ...no hay verdad más grande que la que me recuerda que por muchas letras que te escriba, por muchos sentimientos de los que te hable, por muchas cosas que te cuente...tú ya no estás aquí para escucharme. 


Te regalaré mis sueños.

   Hace tiempo que dejé de buscar. Comprendí, al pasar de los años, que basta con desear algo para que aparezca delante de ti. Eso es lo que hago. Cuando quiero sentirte sólo debo pensarte, desearte y llamarte en mis sueños. El resto es producto de la magia de la vida...

   Por eso hoy estás aquí, por eso ahora inundas mi ser, me llenas de luz, de ilusiones y de nuevas aventuras que experimentar. Yo no te busqué, lo sabes. Sabes que ahora vivo entregada a mi ser, a lo que quiero conseguir abriendo mi corazón al mundo. No habrá nada, ni tú ni nada, ni nadie...que pueda alejarme de nuevo de mis sueños.

   Sí, es cierto, no eres tú sino yo la que te piensa, la que proyecta que no quedes tan sólo en una fantasía, la que te siente cada noche en su cama, la que sabe que no podemos escapar de lo que nos atrapa...de lo que nos hace perder el control.

   Te tengo aquí, envuelta con mis brazos, con tu intensa mirada posada en la mía. No basta un sueño para tenerte, necesito cientos de ellos. Hay miles de formas en las que podría llegar a hacerte mía, en las que podría conseguir que tocases el cielo, en las que podríamos volar a dónde nuestro placer fuese capaz de llevarnos. Por eso, de nuevo vuelves a mirarme mientras sientes el calor que mi pecho transmite, la paz que mi corazón te hace sentir con mis latidos y, de nuevo, me pides a gritos que no haga de nuestro deseo una historia de amor, un final infeliz como el de todas ellas...no quieres eso. Lo sé.

   Ante tu deseo no me queda más que desnudar mi alma ante la pasión que desborda tu ser. Comienzo a explorar cada parte de tu piel, saboreo cada beso de tu lengua y me pierdo en el calor de tu interior. Si antes sobraban, ahora no existen; si antes no lo comprendían, ahora se arrodillarán ante nuestra pasión...ante el descaro del morbo que ellos mismos crearon.

   Así...mi amor, nunca te prometeré el sol, pero sí tocar el cielo; nunca te prometeré la luna, pero sí hacerte brillar igual que una estrella; nunca te prometeré la eternidad, pero siempre te regalaré mis sueños.

 

lunes, 11 de febrero de 2013

Siempre nos quedarán los sueños

   Cierro mis ojos para no ver la realidad. Hoy prefiero esconderme en mis pensamientos, no quiero sentir, no me lo puedo permitir. Debo clasificar cada sensación, cada emoción que provocas en mí y guardarlas bien en uno de los cajones de lo imposible. Imposible que el agua no acabe apagando al fuego.

   No te preocupes, no es el cajón del olvido y, por tanto, puedo abrirlo siempre que quiera. No me importa que este sea el punto más cercano en el que estaremos... la distancia más corta que exista entre nuestros cuerpos, la emoción más grande que sentiremos. Hoy he descubierto que siempre nos quedarán los sueños...

   ... que nos lleven a estar cerca con sólo pensarnos, con sólo pronunciar tu nombre en mi mente.

   ... que nos permitan viajar a cada instante allí donde todos sobran, donde la energía que nos envuelve crea nuestro propio mundo alrededor.

   ... que me vuelvan a otorgar el placer de ser el centro de tu mirada, de recrearme en ella sin el temor a que me condenen por ello.

   ... que sobrepasarán la barrera que nos separa dejando que nuestras manos se entrelacen lentamente buscando la suavidad de una nueva piel.

   ... que me liberen al fin del control que mi mente tiene sobre mis labios, haciendo que no vuelvan a pararse nunca más delante de los tuyos, dejando que compartamos la humedad que esconden.

   ... que nos abren el corazón y el alma ante las sensaciones que nos atrapan, esas que nos hacen perder el rumbo tambaleando nuestra quietud mientras nos llenan de curiosidad y de deseo.

   ... que te liberen de tu rutina y te hagan volar por nuevos cielos hasta llegar a aterrizar al lado de mi locura.

   Siempre nos quedarán los sueños, los sueños que permiten que los sueños siempre se hagan realidad. 


  

Entradas Destacadas