lunes, 11 de febrero de 2013

Siempre nos quedarán los sueños

   Cierro mis ojos para no ver la realidad. Hoy prefiero esconderme en mis pensamientos, no quiero sentir, no me lo puedo permitir. Debo clasificar cada sensación, cada emoción que provocas en mí y guardarlas bien en uno de los cajones de lo imposible. Imposible que el agua no acabe apagando al fuego.

   No te preocupes, no es el cajón del olvido y, por tanto, puedo abrirlo siempre que quiera. No me importa que este sea el punto más cercano en el que estaremos... la distancia más corta que exista entre nuestros cuerpos, la emoción más grande que sentiremos. Hoy he descubierto que siempre nos quedarán los sueños...

   ... que nos lleven a estar cerca con sólo pensarnos, con sólo pronunciar tu nombre en mi mente.

   ... que nos permitan viajar a cada instante allí donde todos sobran, donde la energía que nos envuelve crea nuestro propio mundo alrededor.

   ... que me vuelvan a otorgar el placer de ser el centro de tu mirada, de recrearme en ella sin el temor a que me condenen por ello.

   ... que sobrepasarán la barrera que nos separa dejando que nuestras manos se entrelacen lentamente buscando la suavidad de una nueva piel.

   ... que me liberen al fin del control que mi mente tiene sobre mis labios, haciendo que no vuelvan a pararse nunca más delante de los tuyos, dejando que compartamos la humedad que esconden.

   ... que nos abren el corazón y el alma ante las sensaciones que nos atrapan, esas que nos hacen perder el rumbo tambaleando nuestra quietud mientras nos llenan de curiosidad y de deseo.

   ... que te liberen de tu rutina y te hagan volar por nuevos cielos hasta llegar a aterrizar al lado de mi locura.

   Siempre nos quedarán los sueños, los sueños que permiten que los sueños siempre se hagan realidad. 


  

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entradas Destacadas