sábado, 7 de octubre de 2017

El reencuentro



Hoy evoco tus recuerdos como hago cada día... Aún recuerdo el momento en el que decidimos separarnos; lo que no acierto a encontrar son los motivos que nos llevaron a ello. Tal vez, sea porque nunca quise hacerlo, porque tus ojos me contaron que sentían lo mismo. A veces, el viento sopla tan fuerte que no importa qué dirección quieras tomar, pues inevitablemente, será la de su inercia al pasar...

Desde aquel instante, cada paso que he dado en mi vida ha estado envuelto por tu olor, por tus risas en mi oído y nuestros sueños incumplidos... Comprendí entonces qué significa ser un "alma en pena", pues así me he sentido en la distancia que año tras año nos ha ido separando; es difícil ser plenamente feliz cuando la mitad de tu ser se encuentra a un infinito de ti...

Construí una familia que, irónicamente, ha sido el motor tras mis noches en vela, tras los sueños que en el mundo onírico he podido realizar a tu lado. Un amor incondicional que me ha mantenido fuerte ante la tempestad que, inútilmente, he querido franquear... 

Sin embargo, alguien me dijo que ni siquiera el sentido común puede separar a dos almas gemelas; pase lo que pase, el Universo moverá sus hilos contra nuestra voluntad (quizás, falsa voluntad), para que, cuando menos lo esperemos, todo fluya de la forma que no pudo hacerlo años atrás.

Y no importa si el amor será de juventud o para terminar de acompañarnos al final de nuestra vida terrenal, pues cuando crucemos a la otra vida, siempre nos quedará la eternidad; no tiene sentido sentirse perdidos al caminar en sentido opuesto, porque la Tierra es redonda y, más tarde o más temprano, el tiempo vendrá a unirnos en lo nuestro...

Hoy mis letras son el reflejo de más personas de las que estarán dispuestas a reconocerlo, pues en esta sociedad prima la mente, e incluso el corazón, antes que el alma y toda su razón. Hoy me siento frente a mis recuerdos y me vuelvo a preguntar...dónde estás, si me pensarás como yo, si sigue existiendo esa sonrisa en tu rostro que un día me enamoró... De repente, un susurro inesperado se cuela en mi oído para decirme que estás aquí, donde siempre estuviste...siempre a mi lado...

Y este el mejor segundo de mi "hoy", cuando el mejor recuerdo es que no paré de caminar, de buscarte en otros ojos, de encontrarte de nuevo en los míos, de escucharte en otros labios, de sentir el vacío de tu olvido; no dejé de imaginar el reencuentro de nuestras almas, el contacto con tu mirada, la sensación de tu piel mojada...; no deseché jamás la idea de volverte a besar, caminar de la mano y detenernos para gritar nuestra libertad... Por eso, hoy, como ayer y hasta la eternidad, al fin podemos cumplir los sueños que, durante tiempo, anhelamos hacer realidad.

☯ Sonia Brúnar ☯

Amor del Alma



Hay un amor que va más allá de lo que comúnmente se siente; es ese amor del que todos hablan y pocos conocen, del que muchos presumen sin creer siquiera que existe. Un amor que no se siente con los pensamientos, que no se mueve por el corazón, que no entiende de personas, de lugares ni costumbres; es el amor de las almas; ésas que dan sentido a lo que somos, quienes somos y todo lo que llegaremos a ser. 

El alma es nuestra esencia, las ganas, los sueños y nuestras mayores pasiones. Por eso, sólo dejándola sentir, escuchando lo que nos dice, llegaremos a encontrar y conocer el amor de verdad. Amor que no hay que amasar, pues ya viene precocinado de otras vidas, tan sólo para terminar de dorar sus emociones, para degustar el sabor de sus detalles y enamorarnos más de quien ya conocimos siglos atrás.

Dicen que es de locos pensar lo que escribo, pero más lo es no entender que no escribo lo que pienso, sino que os regalo el favor de contaros lo que siento, de mostraros lo que todos podéis llegar a sentir. Qué mejor regalo que comprobar que el "amor de película" está muy por debajo de la verdad, de este amor que nos hace volar por encima de la realidad.

Amor sincero que no puede ocultarse en la llama de sus ojos, ésas que saben fundir mis ganas con sólo una mirada, con un giro de cabeza que me deja en el centro de su vida, siendo dueña de sus sueños, esclava de mis palabras, de las frases de pasión que inspira en mis manos. Son ellas las que recogen de su cuerpo las historias más intensas, los finales sin fin y los comienzos siempre inesperados, transformando el amor, que todos sueñan y algunos tienen, en “lo nuestro”, un estado idílico que comenzó siendo antes de ser y no termina por la constancia de nuestros gestos, la inquietud de nuestras caricias y la ilusión con la que nos damos miles de besos.

Amor eterno que esperó para poder sorprendernos de nuevo, que volverá a reposar para reencontrarnos mil veces en la eternidad. No importan los años que pasen, de nuevo será una mirada lo que me haga reconocer su maravillosa forma de amar; un roce para sentir la energía colarse dentro de dos cuerpos que empiezan a estorbar; un abrazo para encontrar la tranquilidad del único ser sobre la Tierra capaz de llenarnos de paz; y todos los besos para saber que son sus labios los que me llenan de felicidad.

Amor que me inunda de locura mientras me entrega toda su cordura; que me sube cuando estoy abajo y me baja cuando me ve volar demasiado alto. Sentimientos que no pueden esconderse, pues no hay sitio en el mundo para el mar infinito de sus emociones…; sonrisas que se desbordan con sólo un pensamiento, ilusiones que fluyen en nuestros mejores momentos y momentos que no quedan guardados en baúles de recuerdos.

Amor es lo que nos regala el Universo a través de sus mágicos hilos, lo que desean nuestras almas. Por eso, y por ser el motivo de todos mis días, hoy entrego la mía a quien supo encontrarme, a quien tuvo el valor de esperarme, la valentía de acompañarme y el amor suficiente para no dejar jamás de amarme…

☯ Sonia Brúnar ☯

Carta al más allá



Me rodeo de un olor que nunca fue tuyo, que sin saber por qué te trae a mí. Mezclo mis sentidos con las notas que un piano me regala; melodías que nunca escuché a tu lado, que se cuelan en mi alma para hablarme del tiempo que quedó en nada. La paz infinita de tu recuerdo callado me permite recrearme en lo que un día viví, en todo lo que escribo al imaginarte aquí.

Huyendo de los pensamientos, mi corazón recorre los acordes que me elevan en busca del tuyo; me pregunto cómo se siente la vida si no tienes un motor que te haga latir, cómo serán los días sin un cuerpo que te permita tocar y sentir... ¿Habrá en tu cielo nubes de algodón? Quizás se entrelaza la simpleza de esta vida con la cruda realidad, con el vacío de unos años que ya no saben cómo consolar...

Cierro los ojos y me cuestiono, si al cruzar la barrera de este nuevo ciclo, seré más fuerte para no desearte junto a mí...; hasta el dolor más profundo nos hace inmunes con el girar del reloj. Un poco más para dejar de pensar...; envuelta en una partitura que me trae tu aroma, que me acerca a tu rostro, rozando suavemente el mío para besar todas las noches que no son tan buenas desde que falta el color de tus ojos.

Sin tentar si quiera al parpadeo, mantengo mi postura por si me abrazas, por si hay un milagro que me permita sentirte, saber verdad lo que imagino en cada anochecer que me invita soñar. Morfeo sabe hacer realidad todo lo que quedó atrás, la ilusiones que contigo me gusta recrear. Te acercas y me sonríes; esa dulce mirada que siempre supo conseguir sus propósitos, ésos que ahora son las claves de mi vida, los diálogos que me ayudan a encontrar la salida.

Finalmente, sólo queda abrir los ojos a la vida que aún me queda por saborear, aunque sea sin tus manos, sin las palabras que tengo guardadas como el mejor salvavidas, sin el sonido de una voz que hoy se ha convertido en otra melancólica canción. Prometiendo no ser menos de lo que siempre de mí has esperado, recojo en una botella las lágrimas que no debieron derramarse, imploro el perdón por maldecir una vez más el día en el que te marchaste y sonrío con la esperanza de que sólo sea eso lo que un día llegue a entregarte.

Me quedo con mis palabras; las únicas que me devuelven lo que somos, que nos unen como maestra y aprendiz de este difícil arte que siempre nos llevará a volar juntas por la eternidad; recorriendo otras almas que lean lo que escribo, que sientan lo que tú me haces sentir; corazones que noten la tristeza que mis letras borran y se queden con la felicidad que mis sentimientos desbordan. Cómo podría no ser feliz si lo mejor de mí...lo aprendí de ti.

Pase el tiempo que pase, estés aquí o en el más allá, tú lo sabías...sigues siendo mi Mamá...

☯ Sonia Brúnar ☯

Cambio de calendario



A lo largo de los años vamos adquiriendo costumbres de manera tan sutil que, muchas de ellas, acaban por perder su importancia a través del tiempo. Llega de nuevo un cambio de calendario y con él muchos nos planteamos qué vivimos en los días pasados y qué queremos cambiar para los que vienen. Hay que aprenden a pasar página, pues no podemos crear el libro de nuestras vidas con tan sólo una carilla. 

Así, me imagino que alguien sabio decidió poner una fecha límite para que nos sentásemos a reflexionar sobre nuestras vidas, sentimientos y acciones. Creo que este tuvo que ser el principal motivo de estas fiestas que, más tarde, se han tornado de tanto consumismo y frialdad...

Ahora, revivo las horas que han quedado guardadas en estos más de trescientos días... Son muchos los momentos vividos, las personas encontradas y muchas más las perdidas. Respecto a esto, leí hace poco, del magnífico Albert Espinosa una frase que me encantó: "Cualquier pérdida es una gran ganancia". Es curioso, doloroso incluso, si lo llevamos al extremo de nuestras pérdidas, pero aún así, es totalmente cierto.

Después de revisar, como cada año, mi baúl de recuerdos, llego a la conclusión de que todos, de una u otra forma, acabamos pasando por las mismas etapas y, quizás, éstas no sean tan diferentes de un año a otro. Quién no ha perdido a alguien en este año... Y no me refiero sólo a la pérdida que sufrimos tras la muerte, sino, sobre todo, a aquellas que experimentamos de almas que aún siguen vivas en la Tierra. No sólo perdemos a seres queridos porque les toca emprender la vida en otro rincón de nuestro Universo, sino que también perdemos a personas porque ya no somos necesarios en sus vidas, porque, tal vez, también dejan de serlo en las nuestras; perdemos a otras que nos decepcionan, que, tras el paso por los meses, van tomando una forma que no es tan confortable como se nos presentó al inicio; perdemos amores que no lo eran tanto, amigos que olvidaron serlo y, lo peor, es que perdemos las ilusiones que junto a ellos construimos.

Sin embargo, también debemos entender que en todos estos matices que ahora deben caer en el olvido, hay muchos otros que se mantendrán eternamente aferrados a nuestras almas. De la misma forma que guardamos las enseñanzas de los que ahora surcan nuevas galaxias, debemos quedarnos con todas las de estas personas que, aunque no estén en nuestras vidas, siguen caminando por las suyas. Nadie pasa por nuestra vida por una simple casualidad. Ya sabemos que las casualidades no existen. Entonces, ¡vamos a sacar el jugo de todo lo que hemos exprimido en esta experiencia!

Quizás, nos sorprenda encontrar, en la imagen de personas que no creímos poder recordar con alegría, cientos de momentos en los que fue su sonrisa la que nos salvó, su abrazo el que nos levantó y su amor lo que nos rescató. Nadie dice que el amor sea eterno; y aunque así fuese, tampoco se ha dicho que deba estar haciéndose patente durante todos los años que dura la eternidad.

Siempre hay, al menos, una persona que tiene algo que aportar a una relación de dos. Piensa que, si no te enseñaron nada, es porque fuiste tú quien dejó ese granito de sabiduría en su alma. A veces, un simple gesto, una sola palabra o una leve caricia, puede cambiar, por completo, la vida de quien lo recibe.

Finalmente, si no encuentras la lección que te entregó el Universo a través de esos hilos que tanto dolieron, no olvides que, tarde o temprano, en este nuevo año o los venideros, llegará una señal que te haga valorar que...todo pasó tal y como tenía que pasar...

☯ Sonia Brúnar ☯

Un día más



No hace tanto que me acerqué a ti; lo hice, aún sin querer hacerlo. Cuando el amor nos perturba es mejor dejarlo a un lado por un tiempo, permitiendo que todo en nuestro interior vuelva a tener la paz que tanto necesitamos para sonreír. Sin embargo, fue verte y sentir que, de nuevo, mi alma se perdía entre lo que pensé que eran pasionales, pero sencillos, deseos.

Lo mejor en estos casos es no pensar. La mente siempre nubla las emociones más intensas. Unos días donde las risas y el sol comenzaron a hacerse amigos de nuestras conversaciones; unas noches donde, sin darme cuenta, venías a verme para decorar de colores mis sueños.

Poco a poco nuestros cuerpos quisieron ser más que energía fluyendo desde la distancia; y, sin saber cómo, ahora me veo entrelazada a tus labios, bebiendo de tu boca el veneno que me había jurado no probar. Bendito brebaje que me supo a gloria, que me elevó allí donde hacía tanto que no conseguía volar, que me tiene colgada de un sueño del que no quiero despertar.

Sabiendo que no debemos hacernos adictos a una pasión que no quiere ser amor, decidimos tomar tan sólo la dosis de un día que no nos llegase a matar. Un día de una semana, cuatro de un mes...; al pensarlo me supo a poco, pues cómo saciar mis anhelos en un espacio tan corto de tiempo; sin embargo, me fue imposible resistirme a un placer tan exquisito, a un momento tan decisivo para mi interior.

Ahora es ese día el que me lleva a dejarme arrastrar por sus manos, llevándome con ellas a su colchón de cuentos prohibidos. Me gusta recordar, cuando no es mío, todas las horas en las que sí lo es; cuando su piel y la mía son sólo el abrigo de nuestras almas, y los corazones arden dentro de la humedad de nuestro sexo, del amor que entre las sábanas negamos al mundo, escondemos por hacerlo más morboso, o quién sabe si por no dejarnos llevar por la rutina de una sociedad que olvidó lo que es amar.

Ahora, siendo él mi amante de un sólo día, sólo uno en esta larga semana, me pregunto hasta qué punto sólo siento el deseo que me llevó a besar su boca; me cuestiono si soy capaz de seguir a su lado sin amarle. Me eleva al Universo su recuerdo, pero los hilos que maneja me bajan con rapidez para hacerme ver que no es sólo su sudor lo que anhelo, no es sólo su saliva lo que pide mi alma. 

Callar, mientras mis dientes contienen la emoción de una garganta que sólo quiere gritar; elevar mi voz al cielo para que todos se enteren de todo lo que siento; soñar para tenerte en los días en los que nos alejamos para no contaminar nuestros sentidos, en los que los minutos se vuelven otra nueva eternidad por la que ya no estoy segura de querer volver a pasar...

Reconozco en mis pensamientos todo lo que nunca será dicho a través del viento; te diré con mi mirada lo que prometí no mostrarte con mis palabras; te amaré en silencio, si es necesario, para no ahuyentar la magia de esta relación que no puede llamarse tal. Pero haga lo que haga, espero que, sin saberlo, sin sentirlo ni desearlo, sepas que te quiero, te siento y te extraño... Te espero con ansia en nuestro día, un sólo día, pero siempre un día más que poder decirte, sin hablarte, que me gustaría que fuesen muchos más...


☯ Sonia Brúnar ☯

Más que palabras



Recogiendo los momentos que no quiero guardar como recuerdos, que vuelco en el vacío que con los años me dejaste; no es grande el equipaje si cuanto tenía lo empeñé por ti, por este amor que no sabemos si murió por la costumbre o por la poca leña que echaste en nuestra lumbre.

Busco en tu rostro un motivo para quedarme, pero sólo encuentro el cansancio de una sonrisa dormida, de unos besos que se ahogaron en nuestros baños al sol, de esa mirada que desapareció el día que, por primera vez, nos reprochamos todo aquello que sentimos perder.

Un giro para ver lo que lo que dejo atrás y no hay un rincón de esta casa que pueda llamarse hogar, que contenga las carcajadas que no sabíamos frenar, que me diga que en sus paredes queda algo por lo que merezca la pena luchar.

Sólo pienso en dar el paso que no te atreves a marcar; sólo quiero abrirnos las puertas de eso a lo que algunos llaman "libertad". Encontré la llave escondida entre las sábanas que tantas noches fueron testigo de nuestra pasión, esas que ahora sólo sirven para dar calor al frío del que llenamos nuestra habitación.

Dicen que quien emprende el camino es el que tiene más posibilidades de no perderse en lo vivido, de olvidar más rápido lo que al evocar parte el corazón en mil pedazos; lo dicen los que jamás tuvieron el valor para intentarlo, aquellos que se conforman con la culpa del que vuela, con las sobras de amores sin alma, con la rutina en vez de cambiarla, con las excusas que sólo los cobardes se atreven a valorar.

No importa lo que creas y lo que digas, las mentiras que conviertas en tus verdades; no me importan tus lágrimas si no mojan, tus disculpas si no crees errar, ni tus razones si no tienes intención de evolucionar. Las palabras sólo duran el tiempo que tardamos en decirlas; por eso calla lo que no puedes hacer eterno, guarda esos renglones para el libro de tus anhelos, para el cuento sin hadas que inventaste, para quien desee una relación de capítulos sin terminar; pero no para mí, que tan sólo me basta con amar.

Y hoy, que el tiempo que borraste sigue latente entre tus miedos, no quieras encontrar en mis escritos una parte de tus latidos, no quieras ser la razón de mis musas, las teclas que acaricio o las muecas que dibujo entre los pensamientos que me invaden. Hoy, sólo eres el lector de tus propios errores, el reflejo de lo que intento pintar sin colores, de lo que pretendo llenar de señales; hoy, soy yo los hilos de un Universo que se cansó de verte fracasar, que decidió darte la mano para avanzar...que escribió estas letras para que, un día, seas tú quien las puedas valorar...

☯ Sonia Brúnar ☯

Abrazos



Para mí "un abrazo es la mejor manera de expresar lo que sentimos". Hay abrazos que despiertan las mañanas con el tacto más suave, dando luz a un nuevo día que, después de él, sólo puede ser estupendo. Este tipo de abrazo es capaz de llenarte de la energía suficiente para sentirte el ser más afortunado, la persona más feliz. Abrazos que nos dan las buenas noches, no como rutina, sino como el broche a un día maravilloso que despertó siendo lo que soñamos y se acuesta para seguir construyendo otros sueños. Abrazos que sirven de cargador, y por qué no, de batería portátil. No se gastan más nuestros móviles que los cuerpos que tienen que dar sentido a la vida de todo un día.

Pero los abrazos que nos enseñan a abrazar de verdad son aquellos que se reciben cuando la vida decide poneros a prueba, cuando nos arrebata lo más valioso, lo que durante el resto de ella echaremos de menos poder abrazar. Es una extraña sensación la de ser abrazados por todas las personas que nos rodean mientras nosotros sólo esperamos ser abrazados por aquella persona que jamás volverá a hacerlo.

En esos momentos es cuando descubrimos que los abrazos hablan; nos cuentan el falso amor de quienes viven para cumplir y de los que cumplen para poder vivir; no hay abrazos más fríos que los que se dan sin sentirlos. Pero también escuchamos abrazos que nos dicen lo fuerte que somos, el valor que tenemos para la persona que nos los regalan, la importancia de su amor por nosotros; un gesto que no sólo nos envuelve entre sus brazos, sino que nos da el mejor descanso dentro de sus cálidas almas. No hay abrazo más intenso que el que se da con todos los sentidos. 

Son abrazos sinceros los que consuelan, los que secan nuestras lágrimas, los que permiten que éstas salgan con toda su fuerza, con el mayor dolor; lo son los que se alegran de recibir los nuestros, los que nos hacen sonreír y aquellos llegaron para dormirse dentro de nuestros brazos; abrazos eternos que no necesitan estar cerca para sentirse, que no importa que estén lejos para poder darlos.

Abrazos llenos de esperanzas, que por no poder gritar al viento los pensamientos, se quedan enganchados en nuestros más íntimos sentimientos; abrazos que nacen de la sorpresa, del sueño que cumple nuestros deseos, del deseo de ver cumplidos todos nuestros sueños; abrazos que despiden trozos de alma que no respiran hasta que no vuelven para poder abrazarnos de nuevo; abrazos de colores y otros que se pintan con nuestros sabores; abrazos que se piensan y otros que se intentan; abrazos de oso, de gatos y de adultos que quisieran ser niños...

Pero los mejores abrazos son los que aún nos faltan por dar, aquellos que un día aprenderemos a entregar; abrazos que carecen de razones, pero que van cargados de emociones. Abrazos que sin ser pensados salen del alma para ser sentidos; abrazos que consuelan a cualquiera que los necesite, sin esperar que su alma nos lo grite; abrazos que no son para los conocidos, sino para hacer del mundo el más grande de los nidos; abrazos que no valen dinero, pero que aún así mantenemos guardados; esos abrazos que ya es hora de sacar al exterior, que están a punto de explotar por la excesiva carga de amor, que quieren ser en los demás, que se cansaron de esperar.

Hoy pido al Universo que mueva sus hilos para abrazarnos, que con mis letras hagan que te sientas abrazado; hoy, te invito a abrazar a todo aquel que por tu lado se pueda cruzar y, tal vez, en ese gesto de amor, encuentres que el mejor abrazo...es el que te devolvió quien lo recibió.


☯ Sonia Brúnar ☯

Sorpresa



Caminando como cualquier otro día; paso y noto una sombra que me espía, tal vez sólo me espera... Me giro y allí está; su luz, su vida y sus hermosos ojos esperando una respuesta que se niega a expresarse. Qué se siente cuando un milagro se presenta ante tu alma; cuando la lejanía se acerca para darte un abrazo; cuando las palabras del ayer resuenan mejor si estás cerca para hacerlas presente...

Es más bella la huida cuando te lleva a casa, no sólo a las paredes que te vieron crecer, sino a los corazones que sueñan con volverte a ver. Aquí donde lo más auténtico que hay no son las cervezas bajo el sol, sino el recuerdo que tu alma nos parte en dos. Así, la ironía de salir corriendo para descansar, nos devuelve la libertad para de poderte observar, tocar, disfrutar...

Hoy todos somos el mismo corazón. Cuando uno se mueve lo sentimos todos; cuando alguien calla lo escuchamos de todos modos, pero lo mejor, es que cuando un corazón se ilusiona, sueña y hace de sus pensamientos aventuras, todos volamos para decorar sus acciones con las mejores pinturas. Hoy, sí hoy...enciendes la llama de nuestras esperanzas, devolviéndonos las sonrisas que quedaron dormidas; basta soñarlo para hacerlo realidad y hoy hasta en el cielo se siente la felicidad...

Sólo hacen falta unas horas para llenar el vacío de tantos días; esos que se hacen llamar meses, que nosotros nombramos como eternidad, que se esfuman en la llamada de tus manos en nuestro despertar. Dicen que la distancia es el olvido, y yo me pregunto quién escribió esa canción... Qué sólo tuvo que sentirse quien dio vida a unas letras tan faltas de amor.

Levantar la mirada y verte recorrer los pasillos de mi vida es el regalo que nunca esperé recibir, la sorpresa que no pensé sentir, la emoción de unos días que se quedan faltos de ti. Caminos que nos separan para unirnos cuando menos lo esperamos, para separarnos y permitirnos crecer como necesitamos; senderos que aún nos faltan por recorrer, que nos privan de las manos que no nos dejan caer... Pero qué suerte saberte tan viva, experimentando el milagro que es la vida; qué suerte saberme tan tuya, acompañándote si te sientes perdida, derrumbándome en tus manos y levantándome a tu lado.

Sí, que suerte la mía, que esperando un milagro, recibí lo inesperado...


☯ Sonia Brúnar ☯

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