Soy un ave que recorre el mundo desde las alturas, agitando las alas al compás de la música del viento, observando los paisajes que el Universo pinta desde el infinito; no hay nada como mirar las cosas desde otra perspectiva...
Soy un pez que se mueve sin importar la profundidad del mar, navego valiente sintiendo el agua acariciando mi cuerpo; no hay miedos cuando el cerebro no da para pensar...
Soy un gato enrollado en su cesta, ronroneando a la tranquilidad de la vida, despertando tan sólo para jugar y saciar mi hambre; no hay preocupaciones cuando faltan responsabilidades...
Soy el sol que da luz a cada día, que resplandece a pesar de las nubes que intentan esconderme, reflejando mis rayos en cada gota que desprenden; siempre se pueden crear arcoíris en los días más oscuros...
Soy el árbol que los huracanes despeinan, que las tormentas azotan sin conseguir hacerme olvidar mis raíces. Doy cobijo a otros seres, sombra a los que necesitan descansar, inspiración a los que desprenden creatividad...
Soy la persona que no es nadie por ser todo lo que soy, por entender qué es la vida y a dónde voy. Ni más ni menos que otros, ni mejor ni peor que ningún ser, ni más ni menos feliz de lo que todos podemos llegar a ser...
Soy, y lo más bonito de ser, es saber que siendo jamás dejaremos de existir, pues no hay distancia ni muerte que haga desaparecer lo que somos en realidad, un gran halo de energía que vive y vivirá durante toda la eternidad.
-Sonia Brúnar-
