No sé, por mucho que me lo pregunto, qué fue aquello que te trajo a mí, que te hizo dar esos pasos. A veces nos lanzamos a jugar sin darnos cuenta de que la persona que nos acompaña no es un juguete más, sino otro jugador que forma parte de la misma partida...
No sé, por muchas vueltas que le doy, por qué te has atrevido a pasear tan cerca del fuego para dejar que sea yo la que finalmente se acabe quemando, la que pierda todo aquello que apostó. En demasiadas ocasiones tendemos a hacer las cosas sin tener en cuenta las consecuencias que tienen para los demás. No creas que te culpo por ello, no somos tan diferentes...
No sé, por mucho que lo intento, en qué momento me acerqué tanto a ti como para hacer que mi brújula perdiese el rumbo que tan bien definido tenía. La base de mis sueños está en esa brújula...no sé cómo te has atrevido a marearla...
No sé, por mucho que lo desee, por qué me resulta imposible olvidar cada mirada, cada gesto y cada frase que me has dedicado y, sin embargo, por qué ya no me acuerdo de todos los días que llevo sin dormir empapada en mi mar de dudas... Me pierdo entre lo poco que me diste sintiéndolo como el regalo más pequeño del mundo, pero, al mismo tiempo, el más valioso y lleno de amor que nadie más podrá regalarme...
No sé, te juro que no sé, cómo es posible que no quiera dejar de sentir como te llevas mi calma, como sigues robando mis sueños... No sé por qué si no te escribo siento que acabaré por perderte del todo; por qué si no te sueño sé que terminaré por olvidarte para siempre; por qué estando tan lejos yo te sigo sintiendo tan cerca; por qué aunque me apartes de tu vida yo sigo creyendo que quieres que me quede en ella...
No sé, te aseguro que no lo sé...
No hay comentarios:
Publicar un comentario