viernes, 26 de agosto de 2016

Diario de Amor Loco XVI


Querido diario, aquí me ves de nuevo con la pasión recorriendo mis venas. He sufrido tanto por tu loco amor que no pensé jamás volver a arriesgarme. Pero qué es el amor, si no el mayor riesgo de todos los tiempos.

Aún no sé más de lo que, seguro, tú intuyes, incluso, por qué no, ya conoces. Ella inspira cada frase que hoy te dedico, aunque no sepa aún qué hay detrás de aquella mirada que, en el ruidoso silencio de la multitud, me dijo que me amaba. Ni siquiera sé si ella es consciente de todo lo que siente por mí, de lo que su alma me ha contado cuando estábamos tan cerca...

Por mi parte, unas breves palabras, una confesión; como una adolescente que teme expresar sus sentimientos al ser que le roba los sueños. Sueños que, de nuevo, se corresponden con la realidad que jamás hallé. ¡Ay, mi querido diario, qué bello es sentirse enamorada! Me encanta la sensación de creerme tan poderosa. Sí, poder es lo que siento en mi interior. Poder para levantarme sin miedos, para gritar sin temor a molestar, para correr sin importar hacia dónde, para ilusionarme sin preguntarme qué pasará.

Me gusta imaginar cómo será nuestro próximo encuentro. Sólo un par de ellos y cada día me parece más bella, más interesante y, no voy a mentirte, más apetecible. Quisiera perderme más allá de dónde he llegado; mucho más lejos de dónde me han llevado sus besos, su roce; quiero entrar en su cuerpo para adentrarme en cada cueva que me queda por explorar, cada rincón que muestre su forma de amar.

Hace horas que no la veo y me parecen siglos. Tantos años esperando para encontrar a su alma y aún los minutos que nos separan me parecen eternidad. Al marcharse no siento la emoción de querer verla de nuevo, sino el miedo por no querer perderla otra vez. Ahora entiendo, mi loco amor, por qué no puedes estar cuerdo por muy coherente que seas; sentir como siento es la mayor locura que han experimentado mis sentidos, la piscina más grande a la que jamás me he lanzado. No he tenido que comprobar si estaba llena, pues desde la nube en la que voy volando puedo divisar todo aquello que dejé bajo mis pies, avistando desde el cielo los mayores peligros, sorteando de su mano las más grandes tormentas.

Ya ves, mi querido diario, si mis palabras no creían poder empalagar más a tus azucaradas páginas, creo que este es el momento de saborear el cambio. No importa el exceso dulzura que posean mis letras pues, al volcarlas en ti, forman la combinación perfecta para no morir. Tú, mi diario del amor loco; el que tantas lágrimas secó con sus hojas, tantos consejos me entregaste en mi reflejo y tantas noches perdió el sueño para renovar los míos. Ahora y siempre, con amor y desamor, tú, mi querido y amado diario, guardarás entre tus líneas mi verdadero Amor.

☯ Sonia Brúnar ☯

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