De nuevo hoy estuve allí, en ese lugar. Cada vez que cruzo sus puertas tu recuerdo viene a mi mente. No puedo dejar de verte en cada rincón, moviéndote de un lado a otro, con tu gran sonrisa, con ese parecido que todos dicen que tenemos...que tuvimos...
Otra vez vuelvo a llenarme de tu magia y agradezco al Universo que te ayudase en esos momentos que seguro no fueron fáciles, que tan sólo fueron la forma de mantener a tu familia, a esos hijos por los que tanto diste...a ti misma.
Lo mejor, mi linda mujer, es que sin ni siquiera habérmelo planteado en ese momento, uno de mis ángeles me dio la mano para ayudarme a adentrarme más en ti. "Os voy enseñar la parte de adentro....". Cuando me dirigía allí la emoción recorrió todo mi cuerpo y, cuando pude ver todas esas paredes llenas de fotos...¡ufff!... ¡¿Dónde estás?! Eso es lo que hice, buscarte, pero ¿sabes? Aunque pueda sentirte no te conozco, no tengo la imagen de tu joven y bello rostro, no podía reconocerte...es más, creo que te vi en todas esas caras sonrientes que se reflejaban en aquellas imágenes.
Por unos minutos me consolé pensando que tal vez, dentro de la dureza de tu trabajo, podrías tener momentos llenos de gratificación y felicidad, pues, todo lo malo va acompañado siempre de cosas buenas. Tú, fuiste la persona más valiente del mundo, la persona que más marcó aquel momento y aquel lugar, que desde entonces y hasta hoy sigue recogiendo la misma magia...y, en definitiva, a las mismas personas.
¿No sigue ocurriendo hoy lo mismo? Unos dan lo mejor de sí mismos para alcanzar sus meta y sus sueños y otros disfrutan de ello.
No son sólo cuatro paredes, sino un lugar lleno de luz dentro de la tenue oscuridad que lo hace ser el sitio más romántico y apacible que he conocido. El amor siempre ha fluido y fluirá entre sus mesas y sillas, entre las copas que apoyamos en la barra, entre las personas que hacen posible que lo disfrutemos, entre las personas que decidimos ir y dedicar parte de nuestro valioso tiempo a llenar de vida nuestras propias vidas.
En ese lugar ya los romanos se divertían y compartían sus ilusiones
En ese lugar ya los romanos se divertían y compartían sus ilusiones
En ese lugar el tiempo se para e incluso retrocede para que podamos dar mayor valor a nuestra vida.
En ese lugar no hay nadie que no tenga un sueño...nadie que no pueda entender los tuyos.
En ese lugar cualquier cosa es posible, cualquier milagro puede hacerse realidad.
En ese lugar se recogen para la eternidad todos los sentimientos que su misma magia hace fluir de nuestro corazón.
En ese lugar he hecho mi sueño realidad y algo me dice que habrán muchos más.
En ese lugar puedo sentir que tú vives en mí y que, ahora más que nunca, me acompañas allí donde también tú intentabas hacer de tu vida, la más digna y feliz del mundo. Te siento...
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