viernes, 3 de febrero de 2012

SIN MÁS

 Sin más siento que mis manos necesitan realizar esos movimientos que me llevan a escribir todas y cada una de mis palabras, esas que dan vida a lo que siento, a lo que mi corazón guarda y mi mente transforma en cientos de sueños e ilusiones, y a lo que, finalmente, mi cuerpo da forma con una sonrisa, un beso, un abrazo o una simple sensación.

 Sin más me despierto cada día con la emoción recorriendo mi cuerpo, esperando que el Universo me sorprenda con algún "regalo", con algo que mueva mi corazón y de nuevo mi mente y mi cuerpo vuelvan a reaccionar ante tanta maravilla. 

  Sin más veo pasar los minutos de cada día, llenos de situaciones que dan sentido a mi vida, conociendo a personas que marcan parte de mi camino, que me escuchan, que me hablan , que conversan conmigo por el simple placer de hacerlo. 

 Sin más aprendo de todo lo que veo, de lo que oigo e incluso de lo que soy, creciendo cada día, avanzando por la vida con una suavidad tan agradable que a penas me cuesta caminar, que casi no necesito respirar. 

 Sin más observo y siento la maravilla que compone al mundo, el aire, el mar, las nubes e incluso el frío, llenándome de toda la energía que los hace ser el milagro que son.

  Sin más veo que el mundo va cayendo y que los que lo aceptan se hunden con él, mientras yo voy construyendo, sin prisa pero sin pausa, los botes que darán cobijo a todas las almas que se hallen perdidas, que no tengan rumbo, que quieran ayudarme a dar sentido a nuestra existencia.

  Sin más comparto mis aprendizajes con aquellos que así lo desean, llevando el secreto de la felicidad a todo aquel que quiera sentirla y recogiendo, a cambio, cientos de experiencias que aportan el sentido que le falta a las mías propias.

  Sin más abro mi corazón al mundo para que sepa que se puede ser feliz sin que nos sobre el dinero, sin tener el trabajo de nuestros sueños, sin haber encontrado el amor; porque todo eso está ahí, está ante nuestros ojos y no tenemos más que abrirlos para saber que, de ser así, el no tener todo lo que deseamos es cuestión de fe, de saber y asegurarnos a nosotros mismos que es posible, que llegará, que tal vez ya lo estamos consiguiendo y que como siempre se ha dicho: "si quieres puedes".

  Sin más siempre me siento agradecida por lo que ya tengo, porque sé que, sin más, el Universo me seguirá  acercando a todas mis metas cuando mi corazón, mi mente y mi alma estén preparados para ello.



  

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