Los años pasan casi sin que nos demos cuenta, sin embargo, todas las experiencias nos sirven para avanzar, lo veamos o no, con el tiempo todo nos marca un antes y un después que nos sirve para caminar con más firmeza. Hay momentos en los que creemos que los que nos quieren nos incitan a hacer las cosas a su manera, sin darnos cuenta de que lo intentan es quitarnos las piedras del camino. Gran error el de nuestras jóvenes mentes. Pero este error lo comentemos todos, pues la juventud nos hace grandes y, sobre todo, nos hace libres para soñar, para creer que todo es tan fácil como pensamos, como deseamos...
Ojalá fuésemos capaces de soñar siempre con la valentía de los veinte años, pero, no sé si por suerte o por desgracia, la vida empieza a darnos palos, que lejos de ser algo en vano, son un cúmulo de lecciones que nos hacen tomarnos las cosas con más calma, con una tranquilidad distinta. No voy a engañarte, yo sigo equivocándome igual que hace diez años, pero al menos ahora tengo el corazón preparado...
Hoy decides volar y mi orgullo, en parte de hermana mayor, en parte del trocito de madre que siempre me tocó entregarte, se hace más y más grande. No quiero frenarte, aunque a veces te de esa impresión, sólo intento aconsejarte. No para que me hagas caso, tan sólo para que grabes mis palabras, mis augurios, mi experiencia... para que, cuando lo necesites, eches mano de ella. De esta forma tus caídas no dolerán menos, pero sabrás que no te equivocaste, que elegiste el camino correcto, el que te lleva a vivir, pero también el que te hace crecer. Y una vez caigas, te tocará recordar lo que te dije...nada en la vida es fácil, pero ahí está la magia. Cuanto más luches, más grandes serán tus recompensas, más cerca tendrás tus sueños y, lo más importante, hagas lo que hagas, llegues a donde llegues, consigas lo que consigas, yo, tu hermana, tu amiga, la esencia de lo que nos enseñaron nuestros padres, nuestro hermano, nuestra familia, siempre estará ahí para consolarte, para animarte. Nosotros somos lo único que no perderás independientemente de lo que seas en la vida, porque para nosotros siempre serás nuestra niña, nuestra pequeña gran niña. Yo, como todos, me siento orgullosa de tu fuerza, de tu entereza, de tu ser.
El problema no es que te vayas a hacer tu vida, el problema es que me quedo preguntándome que hago en la mía si estás tan lejos. Ya te echo de menos y, tal vez, ni siquiera sepas por qué, pero ya te lo dije una vez, tú eres mi ser de luz, y desde tan lejos me quedo en la penumbra de tus besos...de todo el tiempo que compartimos. Te deseo cientos de aventuras emocionantes en este nuevo camino que emprendes, ya lo sabes, vayas a donde vayas, yo siempre estaré cuidando de ti. No dejes que nada nuble tu sonrisa, que ninguna lágrima tape tus hermosos ojos y que ni el tiempo ni la distancia te hagan olvidar que conmigo, con nosotros, siempre puedes contar.
¡A comerte el mundo, mi niña! ¡TE QUIERO MÁS QUE A MI VIDA!
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