sábado, 22 de septiembre de 2012

MILAGRO

   Han pasado ya diez años desde que la vida decidió alejarnos. Nunca pude entender el porqué de este hecho, pues nos queríamos tanto...teníamos una amistad tan sincera y que nos llenó de tanto amor en tan poco tiempo que aquello me pareció muy injusto, me partió el alma. 

  Me recuerdo, a pesar de los grandes pasos que empezaba a dar en mi vida, como una "pipiola", una niña pequeña que se sentía totalmente arropada con vuestro calor, con vuestros abrazos y vuestros mimos...no puedo más que sonreír al recordar aquellos lejanos momentos.

  Al pasar de los años os he buscado cientos de veces, en cada esquina, en cada rincón, ya no de ninguna ciudad, sino de la propia vida. Os he pensado y os he echado de menos, gritándole al Universo  uno y otro día para que os devolviese a mi vida.

  Hoy, me faltan palabras para expresar lo que siento, pues, aunque nunca habéis caído en el olvido, debo reconocer que perdí la esperanza de volver a veros. Ahora que mi vida empieza una nueva etapa, ahora que al fin he vuelto a encontrarme a mí misma, a mi ser, a mi persona, a mi yo, tan sólo ahora, es cuando el Universo me ha visto preparada para hacer caso a mis peticiones y poder recuperar a todas esas personas que tanto han marcado mi corazón, ése que ha dejado de estar roto, que ha dejado de ser maltratado por las situaciones que he provocado con mis errores, ese que a día de hoy es libre, feliz y siempre está contento.

  Tal vez, y ya que como digo las casualidades no existen, sea este el momento justo para volver a encontrarnos, para poder compartir con vosotras lo mejor de mí, mis besos, mi sonrisa, mis abrazos,  y, por supuesto, mi vida, sabiendo, además, que nunca me faltará vuestro apoyo y amor...pues es eso lo que siempre me distéis y es lo que yo ahora también puedo y quiero daros.

  Puedo afirmar, sin duda alguna, que los milagros existen, pues la forma de volver a vernos ha sido de lo más mágica e impensable del mundo; puedo decir que sé lo que es llorar de felicidad, pues durante horas mi corazón ha llorado totalmente emocionado, preguntándose si todo lo que estaba pasando era real...esos mensajes que había recibido, esas palabras que me habéis dedicado por teléfono. He recorrido cien kilómetros para disfrutar de un momento maravilloso con mi hermana y mis amigas, pero sobre todo, he tenido el deseo constante, como un niño que espera los regalitos de reyes, de que fuese ya la hora de reencontrarme con vuestras miradas y vuestros abrazos y conseguir desatar al fin el nudo que tenía atada a mi alma.

  Lloro al hacerme consciente de todo lo que hoy me ha regalado mi preciado Universo, lloro de alegría y eso es lo mejor del mundo...; lloro porque sé que ya no estáis allí, sino aquí, muy cerquita de mí; lloro porque hoy puedo afirmar y demostrar que la distancia no es el olvido y porque, tal y como me habéis dicho, yo también os quiero igual que entonces; lloro porque puedo sentir que el amor no entiende de tiempo ni de espacio, pues el amor sincero sólo nace de sentimientos puros, de los que llenan y dan forma a lo que fue, es y siempre será una amistad imposible de romper...nuestra amistad.

 Os quiero muchísimo.
 ¡¡Gracias!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entradas Destacadas