martes, 13 de noviembre de 2012

Yo escribiéndote y tú volando al cielo.

Como siempre, le hice caso a uno de mis ángeles y busqué esa imagen que me recordara la vida que siempre has rebosado. Recuerdo, además, que no hace tanto tiempo uno de ellos me dijo: "no puede pasarle nada malo, ella es alegría, jovialidad, desprende energía positiva con tan sólo su sonrisa...". Lo sé, es cierto y no quiero que se nos olvide.

Por eso, hoy que mis sueños no quieren volar sin ti he estado soñando contigo. He soñado...

   ...que poníamos la música muy alta, cantábamos y bailábamos por toda la casa como siempre nos gustó hacer...

   ...que me llamabas de forma insistente, una y otra vez, preocupada por nada, pero pensando que me había pasado algo, cuando lo único que ocurría es que estaba en la ducha; recuérdalo, no todo el mundo coge el móvil en el baño como haces tú...

   ...que me hacías mil preguntas sobre mi cita de ayer, que me suplicabas, como la mejor de mis amigas, que te diese todos los detalles, soñando junto a mí con un posible amor por sentir...

   ...que me contabas todos tus secretos, llorabas en mi hombro y me agradecías como siempre que supiese entenderte, perdonarte y alentarte en todos tus propósitos, esos que siempre supiste alcanzar...

   ...que me sentaba a tu lado con tus apuntes de la universidad explicándote cómo hacer los análisis sintácticos que tan mal se me han dado siempre. Suerte que creaste a una niña muy inteligente que aún sin saber hacerlas consiguió que tú las "bordases"...

   ...que me mirabas con orgullo en el patio de mi universidad mientras hice un baile con mis compañeros, descubriendo que al fin había dejado de ser la niña tímida y callada para convertirme en la mujer alegre y extrovertida que ahora soy. Siempre he admirado eso en ti...

   ...que me llamabas para invitarme a alejarnos de todo, a sentarnos juntas a imaginar, mirando al mar... a nuestra Caleta, cómo queríamos que fuese nuestra vida...

   ...que estabas a mi lado en el día más importante de mi vida, dándome la mano, mirándome con tu cara iluminada y repitiéndome una y otra vez lo orgullosa que te sientes de mí...

Y soñando me he dado cuenta de que lo único que he hecho es recordar todos esos momentos en los que rebosabas vida, en los que yo, no sólo me sentía orgullosa de ser tu hija, sino sobre todo de que tú fueses mi madre.

Ahora, cuando los recuerdos despiertan mi sonrisa, cuando tu vida llena la mía, cuando tu alma se funde con mi ser, ya no quiero mirar atrás, tan sólo proyectar hacia delante y, saber, sentir y tener la certeza de que seguirás llenándome, llenándonos con tus ocurrencias, con tus bailes y tu desafine al cantar, con tus fantasías y con tus miedos, con tus caricias y con tus besos, con esa mirada que podría iluminar un planeta entero, con ese corazón que de tanto amar hoy se siente cansado.

Quiero que sepas que tengo a medio mundo proyectando por ti, soñando conmigo que todo esto no es más que un momento de descanso que tu alma necesita, que tu cuerpo pide para volver a nacer con mucha más energía, con muchas más ganas de vivir y de hacer lo que siempre has hecho... comerte el mundo.

Nunca encontraré las palabras que puedan expresar cuánto te quiero, cuánto te amo, mamá...

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entradas Destacadas