Sin querer adentrarme demasiado en todo lo que hoy me has dado, mi mente navega sin rumbo por cada parte de tu cuerpo. Pensé que el tiempo que nos separaría sería mucho más largo, me costaría alguna que otra noche de insomnio...; no por la espera, sino por los sueños que tengo cuando no estás a mi lado. Soñar despierta recreándome en todo lo que me gusta de ti...qué bella manera de dormir.
Me pierdo entre tus labios, surcando con la lengua los mares que me llevan hasta tu humedad; sintiendo con mis manos el calor de tu cuello, la suavidad de tus manos al entrelazarse con las mías; movimientos que se convierten en la expresión del deseo que sentimos por estar unidos; sí, tu alma y la mía al son de las estrellas que bailan al mirarnos...
Me convierto en lo que no quiero y me vuelvo tan dulce que empalago, tan cariñosa que sobro, tan enamorada que me doy miedo. Caen las sombrillas y el sol decide darnos el calor que no echábamos en falta, ése que nos obliga a desnudar cada parte de lo que luchamos por esconder.
No pienso...no...sólo siento que mi cuerpo es la pieza del puzle que le falta a tu piel; mis dedos los pinceles que decoran con nuevos colores los deseos... Observo la luz que tu mirada irradia sobre mi rostro, haciendo del tuyo la estrella que más brilla en esta noche sin luna...
De nuevo las palabras no son obra de mis manos...no provienen de mi corazón; de repente, Él vuelve y me atrapa entre sus brazos, sin entender que no lo busqué, que no es bienvenido, que no lo necesito. Empeñado eternamente en estar entre los brazos de nuestros corazones; con la idea fija de no dejar pasar ninguna oportunidad, ninguna ocasión de hacer realidad los sueños de dos almas enamoradas dentro de dos corazones que no quieren estarlo... Ay, amor...amor loco...
☯ Sonia Brúnar ☯
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