Recuerdo como hace tan sólo un año me paré a observar mi vida. Ya había escrito mi libro, pero seguía tendiéndolo guardado en la oscuridad de mi estudio. Miré a mi alrededor y, a pesar de sentir que había aprendido muchas cosas, no veía que nada estuviese avanzando. Seguía con cinco oposiciones aprobadas, sin plaza, sin trabajo, sin dinero y sin saber qué hacer con mi libro y mi vocación de escritora.
Cuando mi hermano construyó la página de nuestro chiringuito me lo dijo: "tú también puedes crearte una página donde cuelgues lo que escribas o incluso un blog". Yo, cegada por mi rechazo a las nuevas tecnologías, ni siquiera lo escuché. Sin embargo, aquel día, cuando divagaba entre mis pensamientos e intentaba averiguar cómo podía alcanzar mis sueños lo vi claro: Si no hago nada por conseguirlos no se van a hacer realidad nunca.
Es cierto que debemos proyectar, tener claro lo que queremos, pensarlo, imaginarlo y sentir que está en nuestras manos, pero...¡hay que moverse! ¡hay que dar cuerda al motor de nuestro corazón! Así, lo primero que hice fue buscar por internet editoriales que apoyaran a escritores noveles y envié mi obra a cuatro de ellas.
La espera se me hizo larga, aunque la realidad fue que a los dos meses tres de ellas ya me habían contestado. Dos me ofrecieron coedición (gastos a medias que no me podía permitir) y una, la que elegí, la edición gratuita. No me comentaron que yo tendrá que encargarme de la distribución de los libros, pero... a caballo regalado...
Un mes más tarde, mientras esperaba la contestación e indicaciones de la editorial continué dando pequeños pasos. Di forma a mi blog y empecé a llenarlo de todo aquello que llevo dentro y, tras esto, nació mi página de escritora, esa en la que hoy tengo y siento mucho más de lo que esperaba.
En estos duros meses que estoy viviendo, el dolor, el cansancio y la tristeza me han nublado la vista hasta hacerme incluso olvidar todo lo que estoy haciendo por mi misma, por la vida que deseo tener. Ahora, cuando vosotros dais respuestas a mis preguntas, cuando estáis ahí cada día para recordarme que lo he conseguido, el viento sopla con la intensidad necesaria que hace que las nubes desaparezcan y, aunque como persona que soy, sigo necesitando un respiro, no puedo seguir llorando cada día al creer que no estoy consiguiendo nada, que mis esfuerzos son inútiles...simplemente, porque no es cierto.
Un año...¡cómo pasa el tiempo! Ahora tengo mi libro en las manos, docientos que vienen de camino a casa, una presentación a las puertas, y cien seguidores, cien amores que me dan la fuerza necesaria para seguir adelante, para no rendirme, para seguir soñando, para ser, para existir dentro de mi propia vida. No encontraré nunca las palabras que puedan mostrar mi agradecimiento por vuestra presencia en mi vida, en mi sueño.
Quiero dar las gracia a mi familia y amigos, por ser mis más fieles seguidores, mis mejores consejeros; y, por supuesto, a todos aquellos que me seguís sin conocerme, sin importaros quién soy, tan sólo lo que quiero transmitir.
El mundo está falto de Amor, de sinceridad y de respeto y eso es lo que llena mi trabajo, ese que me permite ser escritora y que todos podamos disfrutarlo. Vosotros sentís en mis letras y yo siento en vuestros abrazos interactivos todo aquello que me da la vida. Ahora sé que con paciencia y con el tiempo de nuestro lado, esos abrazos se convertirán en realidades, en un fuerte intercambio de energía positiva entre nuestros cuerpos.
Hay que seguir visualizando sueños. El siguiente es poder vivir de esto, de escribir. Es difícil, pero no imposible. Y para ello vamos a plasmar pequeños pasos a dar: comida con mis Amores, presentación de mi libro, un trabajo que me permita tener tiempo para seguir con mi segundo libro y distribución de los libros que van a llegar.
Me encantará compartir con vosotros mi camino. Me encantará poder daros siempre las gracias por llenarme el alma de alegría y satisfacción. Hoy es un día especial y mañana también.
¡Os quiero!
No hay comentarios:
Publicar un comentario