Hoy el día ha sido especial. Seguramente el vuestro también. Si lo miráis de refilón puede parecer uno como otro cualquiera, incluso con sus inconvenientes e incidencias diarias...pero, si te paras a observarlo detenidamente, puedes ver que se compone de pequeños detalles que pueden hacer que tu alma se acueste llena de alegría y satisfacción.
Yo he tenido momentos mágicos en los que he agradecido a la vida estar donde estoy. Ya sabéis que no hace tanto tiempo me encontraba bastante perdida, sin saber hacia donde ir, pero hoy, sin más, siento que este es mi lugar y que, además, en él estoy estupendamente.
Merece la pena disfrutar de este momento aunque no sea el soñado, pues en él hay pequeños fragmentos de todo aquello que anhelamos...es sólo el principio. Para mí, hoy es un día que merece la pena por los besos y abrazos compartidos; por el reencuentro y el acercamiento con una persona a la quien quiero mucho...ha sido especial; porque mi coche ha decido no arrancar y eso ha provocado que haya conocido a un mecánico encantador, haya visto a mis tíos y valore mucho más el trabajo que tengo; por el cariño que comparto con mis compañeros, por nuestra convivencia, nuestras bromas y nuestros enfados; por los clientes que nunca me llaman por mi nombre y por aquellos que lo hacen cada día; por los que sin conocerme me regalan su sonrisa...; y como no, por mi "eskinita", sin la que los atardeceres en "La Parisien" no serían los mismos.
Hoy doy las gracias porque, independientemente del momento, yo me he sentido feliz. Es tan bonito tener esta sensación durante tantas horas...que no quiero ni acostarme por si acaso se marcha con Morfeo entre mis sueños. Hoy...os vuelvo a dar las gracias a todos los que formáis parte de mi vida porque hacéis de ella el mejor de mis sueños.
Os quiero.
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