YO

 Me cuesta mucho escribir, no veo dentro de mí porque todo lo que hay son demasiadas cosas que abruman mi mente, que no me dejan avanzar. Me encuentro parada, de nuevo, ante otro obstáculo que me impide el paso. Sé que hay otro camino, pero no lo veo, no lo distingo. Me acerco, me alejo, doy vueltas, pero el muro sigue siendo igual de grande, igual de infranqueable.

  La desesperación parece haberme controlado por completo, la mente hace días que no me funciona y,  lo peor, mi cuerpo, está inmóvil, me pesa toneladas, no quiere moverse, pues sabe que no llegará a ninguna parte. Me siento, me miro y me pregunto qué es lo que está pasando, qué tiene a mi vida estancada. Las respuestas son muy sencillas en principio, pero el entramado que debe resolverse para seguir adelante no tiene tan fácil solución... ¿o tal vez sí?

 Me veo con tanta claridad donde deseo estar, que no puedo concebir la idea de no estar allí. Sí...venimos tratando la paciencia desde hace meses...yo diría que ya hemos alcanzado el año y ¿cuánto más falta? La pregunta de siempre...las preguntas de siempre ¿qué es lo que no he terminado de aprender? ¿por qué no puedo dar el siguiente paso?

  Mis manos se sienten tristes, pues poco tocan estas teclas que tanta vida les dan, mi corazón se siente vacío por la lejanía de mi gente, mi alma se siente perdida ante un sueño hecho realidad, pero del que tengo "prohibido" disfrutar... No se puede resumir más ni mejor. Una escritora que no escribe deja de serlo, una persona que no siente...¿en qué se convierte?

  No quiero dejar de existir dentro mi propia vida, no quiero dejar de soñar ni de luchar por lo que quiero y por todo aquello en lo que creo. En estos momentos cada palabra, cada gesto y cada detalle vuestro me recuerda que sigo siendo la misma, que sigo siendo yo. Pueden quitarme el tiempo, la energía, la positividad e incluso mi propia salud, pero no pueden quitarme mi vida. 

  Hoy dejo caer mis pesares para que no vuelvan a inundarme, para pasar a la siguiente etapa, para volver a disfrutar... El ciclo debe cerrase y comenzar de nuevo. Volverán los tiempo duros y difíciles, volverán las dudas y los miedos, la impotencia y el bloqueo...pero hoy deben irse, tienen que dejarme continuar el camino de mi felicidad abriéndome las puertas del paraíso que allí me está esperando. 

 Esto sólo depende de una persona en todo el mundo: Yo.