jueves, 8 de marzo de 2012

CARTA A MI AMOR II.

   Ahora, mientras tú estás en los brazos de Morfeo, yo puedo imaginarte muy despierta a mi lado. Puedo verte, tocarte e incluso sentirte. Me hace feliz el pensar que la conexión que existe entre nosotras va más allá de la comprensión de nuestra propia mente... la energía fluye sin más y, pase lo que pase, eso  seguirá siendo así.

  Me paro a pensar en todo lo que estoy sintiendo y me parece como un sueño que el Universo me regala. Recuerdo que hace poco más de un mes te escribí, a ti, mi Amor, para decirte que había decidido dejar de tener miedo de que aparecieses de nuevo en mi vida... já... ¡cómo son las cosas! Sólo tienes que sentirlo y desearlo para que la magia de la vida te regale todo lo que quieres.

   Ahora y, como te decía en mi carta, vuelvo a sentir emociones que creí totalmente desaparecidas en mi; vuelvo a sentir escalofríos cuando me besas; tengo la necesidad de abrazarte para sentir tu calor; tengo el deseo de colarme dentro de ti; me pierdo en mi cama cuando no estás en ella; te extraño cuando estás lejos; te pienso en todas mis horas... 

  De nuevo reviven en mi estos sentimientos y, por eso, te estaré por siempre agradecida. Pero además,  si hay algo por lo que debo darte las gracias es por las nuevas emociones que me estás enseñando a vivir y que ni por asomo pensé poder compartir con nadie. No podía alcanzar a saber qué es lo que esperaba de ti porque no había conocido antes este tipo de amor. Sin embargo, ahora, que me encuentro feliz dentro mi sosegada soledad, por primera vez en mi vida, me doy cuenta de que son precisamente esa tranquilidad y serenidad que nos envuelve lo que hacen de esta situación algo totalmente nuevo, sencillo y altamente gratificante. 

  Es maravilloso sentir que me respetas y que es muy fácil respetarte; sentir la paz que dejas cuando me devuelves mi espacio para ir a llenar el tuyo; esperar sin impaciencia tus respuestas y ofrecerte las mías cuando así lo siento; poder ser yo misma sabiendo, además, que es esto lo que te gusta de mi; y, lo mejor, no importarme saber que el amor, como todo en la vida, tiene su fin, porque lo que realmente importa es que, justo ahora, fluye entre nosotras de una forma mágica, diferente y suave.

    Ojalá que el Universo nos permita seguir avanzando cerca durante mucho tiempo por el bello viaje de nuestras vidas. Gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entradas Destacadas