miércoles, 14 de marzo de 2012

NO SÉ QUE HACER

   Hay días en los que me cuesta mucho encontrar las respuestas a todas mis preguntas, a esas que diariamente me hago, me planteo, y que necesariamente debo resolver para seguir avanzando por la vida. Quiero reconocer que mi sonrisa constante y mi positivismo ante todas las situaciones de la vida no siempre son posibles de sostener, porque... hay veces, que verdaderamente no sé que hacer...

  Hay días en los que no sé que sentir, ni que pensar, días...en lo que simplemente no sé que hacer ante todo lo que me rodea:

  - No sé que hacer con la necesidad de tener más tiempo para dedicarlo a lo que realmente mueve mi vida.
  - No sé que hacer con el amor que temeroso se asoma a mi corazón.
  - No sé que hacer para que mi sonrisa deje de esconderse.
  - No sé que hacer para que el Universo escuche mis peticiones y me permita al fin trabajar en lo que me gusta.
  - No sé que hacer con mis ganas de divertirme y dedicarme a algo más que a servir cafés y cervezas.
  - No sé que hacer para contentar a todos a los que quiero, pues a veces, a pesar de mis esfuerzos, me parece imposible conseguirlo.
  - No sé que hacer para que se note mi cansancio ante una vida que adoro, pero que me priva de muchas de las cosas con las que sueño.
  - No sé que hacer para que sin pedirlo me facilitéis mi llegada a vosotros, para que me deis ese empujón que normalmente me corresponde dar a mi.
  - No sé que hacer conmigo misma, con mi mente y con mis inquietudes, pues, a veces...todo parece frenarme ante ellas...

  Por suerte, en esos momentos, y como por arte de magia, recuerdo que lo único que debo hacer es no hacer nada. Debo, solamente, seguir soñando ilusionada con todo aquello que anhelo y de lo que estoy segura de poder conseguir. Entonces...me crezco antes las adversidades que bloquean todo lo que soy y... recibo la llamada de un familiar que me echa de menos, el mensaje de quien tiene la necesidad de desearme un buen día, la canción de quien me recuerda, el abrazo de mis compañeros, el cariño de mis jefes, la sonrisa sincera de los clientes, el calor del sol en mi rostro, la brisa del mar en mi cuerpo, el sabor de exquisitos platos en mi boca y la magia que me envuelve cada día...

   Como siempre, hoy, vuelvo a daros las gracias por formar parte de mi vida, haciendo que los días más tristes, pesados y oscuros de mi existencia tengan todo el sentido que llena de felicidad mi camino, mi rumbo, mi destino... Os quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entradas Destacadas