EMOCIONES

   Llevo tiempo aquí sentada intentando escribir sobre las emociones... pero es tanto lo que podría contaros de ellas, que me resulta muy difícil resumirlo. Para mí son lo mejor del mundo, lo que le da su sentido. Las emociones nos llenan de sensaciones y, en ocasiones, de sentimientos que generan la energía necesaria para mover nuestra vida. Es maravilloso...más aún cuando sabes que cada persona puede tener miles de emociones, y que de una u otra forma y, aunque en apariencia parezca que no, todos podemos llegar a sentir lo mismo.

   En estos días mis emociones fluyen sin más siempre dentro de un círculo de energía positiva que me hace sentirme, a cada minuto, más y más feliz. Pedí al Universo un cambio a nivel laboral que me permitiese dedicar más tiempo a mis seres queridos, a mis verdaderas pasiones y, como no podía ser de otra manera, mis deseos se han hecho realidad. Mi llegada a mi nuevo trabajo viene cargada, además, de personas maravillosas que me permiten estar a gusto, que me hacen ser parte de un centro en el que ni siquiera me ha dado tiempo de aterrizar. Y los niños...los niños son la mayor fuente de vida...seres llenos de energía y dispuestos a compartirla siempre contigo...

   Ahora, además, al tener más tiempo libre, también tengo más tiempo para salir y divertirme, para vivir otras experiencias. Todo a mi alrededor, como dice la canción, parece estar puesto ahí para mi... y es realmente mágico, increíble, casi irreal...

   Me relaciono de forma "casual" (entre comillas, porque como ya hemos aprendido las casualidades no existen) con personas que, sin a penas conocerme, son capaces de percibir lo que producen en mi y compartir conmigo esas emociones tan agradables. Hay algunas que con tan solo una mirada pueden captar el significado de todo aquello que recorre sin cesar mi cuerpo, ese deseo o atracción que me producen ciertas situaciones, gestos, lugares o personas...

  Es muy significativo lo que las emociones pueden marcar tus días, pueden mover tu cuerpo, tu corazón e incluso tu alma. Cuando nos abrimos a sentir, no sólo debemos pensar en el amor de pareja o el que sentimos por un familiar, sino que se trata de sentirlo todo: Sentir la lluvia caer por nuestro rostro,  agradeciendo al Universo que nos haga llegar nuestro bien más preciado, lo que nos da la vida...; sentir que alguien te habla con amor y notar el sentimiento de sus palabras más allá de lo que realmente significan; sentir los rayos del sol recargando cada "pila" que necesitamos para vivir; sentir esa mirada, su profundidad y su significado y notar como todo tu cuerpo responde ante ella; tocar esa mano y saber qué siente quien que te la da; ver a esa persona y entender que sólo con tu sonrisa puedes alegrarle el día; cruzarte con otra a la que basta con recordarle lo maravillosa que es...

  Son tantas las pequeñas cosas que nos rodean que puede parecer muy difícil percatarse a cada segundo de toda la magia que nos envuelve. Sin embargo, yo os aconsejo que lo intentéis, que lo hagáis de manera más consciente cada día, que intentéis aprovechar al máximo todos los recursos que el Universo nos manda para, de esta forma, estar siempre alegres y con una gran sonrisa; os invito a atreveros con todo, a no callaros lo que sentís, a aprender que los imposibles sólo existen dentro de nuestra mente...pues en tu vida todo lo que deseas es siempre posible; os reto a no juzgar a nadie, a no anteponeros a sus respuestas, a no dar nunca nada por hecho, pues quien menos lo esperas puede sorprenderte de la forma que jamás pensaste.

   En definitiva, os aliento a seguir el camino que te enseña a ser feliz. Para eso, es importante recordar siempre que la vida no está hecha sólo para vivirla, sino sobre todo para sentirla. 

   Vamos a sentir, vamos a emocionarnos...