Vuelves a asomarte a mi vida sabiendo que ni siquiera haré el intento de mirarte; ambos lo sabemos, el momento aún no ha llegado, pero te empeñas en disfrazarte de sonrisa, de miradas, de besos y hasta de caricias; de una mentira, de cualquier cosa para poder estar cerca de mí.
Valoro tu esfuerzo fiel amigo, pero quiero recordarte que todo lo que haces será en vano. No hay forma de dar esquinazo a toda la seguridad que rodea mi corazón; no existe la manera de atravesar esa muralla que se compone del amor de otros que no eres tú, que no quiero que seas tú.
Nadie escapa a ti, ni yo misma lo hago, tú eres el motor de mis días, el sentido de todas las personas con las que hablo, con las que comparto mis sentimientos, con las que también te siento a ti, amor, mi amor. Pero no vas a conseguir que te busque sólo en un sitio, que te vea sólo en una persona, que centre toda mi atención en ti como algo exclusivo que hace sombra a lo demás. No, esta vez no, pues ahora no te necesito así para ser feliz, ahora no te busco sino que te siento, no te añoro sino que te mimo, no espero más de ti, sólo lo que me quieres dar.
Esa es la parte de ti con la quiero quedarme, con la que quiero vivir. No me gusta cuando te acercas con tu cara más amable llenando mi vacío con las emociones que me faltan; cunado te plantas delante y me muestras tu parte más dulce, tu cara más bonita, tu corazón más blando. No me gusta porque tras eso siempre vuelve lo mismo: las lágrimas, los reproches, el rencor, el desamor...
El amor que quieres darme no existe sin el desamor. No es una creencia, es una realidad, una afirmación comprobada año tras año, relación tras relación. Creímos que el desamor era tu mayor enemigo y, sin embargo, el tiempo nos ha hecho comprobar que siempre estuvo ahí. Vinisteis juntos, de la mano, como sentimientos inseparables... Por eso, a ti, amor, sólo me queda decirte que no pierdas tu tiempo conmigo, pues muchos hay que aún creen en ti, demasiados que no conocen tu cara oculta, suficientes a los que aún puedes seducir, mirar y sonreír, a los que incluso llegarás a besar y a acariciar...., pero a mí...a mí no...a mi déjame en paz.
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