martes, 14 de mayo de 2013

Aún no...

   Ya no es que pasen los días, sino los meses y yo...aún no me lo creo. Seis meses que marcan la mitad de un año como si no hubiese pasado ni un sólo día, como si todavía existiese la posibilidad de que en cualquier momento volvieses a aparecer por mi puerta, como si aún tuviese la opción de ir a llamar a la tuya...

    Así es, pasa el tiempo y hay aspectos de la vida que, siendo tan increíbles, tan impensables, tan inesperados y repentinos, no somos capaces de asimilar con la facilidad con la que asumimos muchos otros. No sé el resto del mundo, pero yo aún no soy capaz...

    Aún no me creo que tu partida sea para siempre, que no vuelva a ver tu rostro frente al mío, que lo más cercano a eso sea una simple foto; que no vuelva a sentir tu mano con la mía, que no vuelva a escuchar tus risas, a contagiarte con la mía...que no pueda oír tus "te quiero", poder regalarte los míos...

    Aún no puedo mirar tu imagen sin que mi alma caiga desmoronada al suelo, sin que me pregunte todas esas cosas que ahora ya sé que jamás encontrarán respuesta. Pues la respuesta a la muerte tan sólo la encontramos en nuestra propia forma de afrontarla, en la mejor manera que hallamos para superarla. Cada uno a nuestra forma, madre...supongo que te sorprenderá ver como todos estamos cambiando...

    Aún te hablo esperando que la respuesta sea tu voz diciéndome todo aquello que necesito escuchar. Confieso que, a ratos, tus palabras vienen a mi mente como un eco que me recuerda lo que sé que eternamente estarías repitiéndome. Desde siempre las madres nos marcan el mejor camino y es sólo la experiencia la que nos lleva a comprobar que finalmente siempre tenían razón. Bendita paciencia la que os hace manteneros firme y no cansaros nunca ante nuestra ignorancia ante la vida...

    Aún voy a los sitios en los que juntas compartimos secretos y puedo verte, imaginando que de un momento a otro aparecerás para darme la gran sorpresa de mi vida, el milagro que ya todos sabemos, con resignación, que no llegará... Cuánto daño han hecho las películas americanas...

    Pero hoy mami, no quiero recrearme sólo en lo que no he conseguido, pues ahora sé, por muchísimos motivos, que me acompañas allá a dónde voy, que no me has dejado sola, que sigues a nuestro lado y, por eso, no quiero volver a defraudarte haciéndote creer que al pensarte sólo rompo a llorar, pues te estaría mintiendo y...ya lo sé..."lo que menos aguantas en el mundo son las mentiras".

   Así que quiero que sepas, que hay noches mágicas en las que al fin he conseguido soñar contigo, en las que, como ambas sabemos, todo ha sido más que un sueño y, como tantas veces te he pedido, me has hablado, me has preguntado por mis cosas y he tenido el placer de contártelas. Tú abres en mis sueños una puerta a lo desconocido que siempre estuvo ahí esperando para que yo la cruzase. Eres la llave a un nuevo mundo por explorar...cómo ibas a dejarme sola por esos nuevos parajes...

  Tú resuenas en mi alma con esa maravillosa manera de salir al mundo, siempre alegre, siempre dispuesta a todo, siempre bromeando ante todo, incluso ante lo que no tiene ni la más mínima gracia. Estás en mí de la manera más mágica que jamás nunca hubiese podido imaginar, estás justo como hubieses querido estar, como, en realidad, siempre soñaste hacerlo. Nunca hubo un deseo que no se te cumpliese...

    Hay frases tuyas que...¡por Dios...! ni siquiera recordaba y ahora...fluyen sin más hacia el exterior. Siempre me decías "cuando no esté echarás de menos a la "pesada" de tu madre". Sonrío. Realmente me pregunto si por algún instante lo dudaste, pero me encanta recordarte diciéndomelo, porque ahora te respondo automáticamente...."no imaginas cuanto, mami". 

    Dejaste en nosotros las huellas de todo lo que eras, y cientos de simbolismos que ahora adornan nuestros corazones, que son el mejor regalo que ofrecerte. Estoy segura de que no te has sentido, ni por asomo, defraudada con el último regalo que te hemos hecho, con todos los que sabes que te preparamos día a día. Sé que te sientes grande y orgullosa de ti misma, que al fin has podido comprobar lo sumamente importante que eres para todos nosotros en la vida...en nuestras vidas. Fuiste, eres y serás por siempre...

    Tú que tanto demostraste al mundo tu valía y que tantas veces se te olvidó recordártelo a ti misma, ahora en tu nube puedes observar que no hay día en el que no te pensemos, te sintamos, te imploremos una señal de que puedes escucharnos, de que no estás tan lejos como, en demasiadas ocasiones, te sentimos. 

   Ahora, como siempre has sido aunque no quisieses creerlo, eres el pensamiento que más ocupa mi mente cada día, el sentimiento más puro y sincero de mi alma, eres mi sol, el aire que respiro...; eres la guía que me hace seguir adelante en mi camino, la más radiante de mis musas, el mejor de mis recuerdos, lo más bello de mi presente... pues mis días son regalos que yo envuelvo para ti, para que te lleguen con todo el amor que me haces sentir, como agradecimiento eterno por todos tus besos, por todos tus abrazos, por tus enseñanzas, por tu alma libre y soñadora que ahora vuela y sueña junto a la mía. No hace falta que te lo diga, pues lo sabes, no hace falta que te lo escriba porque sé que puedes sentirlo, no hace falta...pero nunca está de más mandarte a través de las estrellas mis más grandes "te quiero", mis más enormes "te amo", mis más inmensos besos y abrazos... Aún no me lo creo...aún no...pero aún así y sea como sea sigues teniendo toda la razón: "madre no hay más que una"...mamá, mami, mi madre...


2 comentarios:

  1. Por eso le escribo yo tambien, cariño, para que se de cuenta, y se que lo hará, de lo grande y maravillosa que ha sido. Te quiero

    ResponderEliminar
  2. Lo es...y, efectivamente y por suerte, tú estás ahí para recordárselo cada día. Yo sí que te quiero.

    ResponderEliminar

Entradas Destacadas