Millones de personas se
mueven a nuestro alrededor buscando la felicidad. Rebuscamos entre la basura
todo aquello que otros tiraron como consuelo a nuestra incapacidad para tener
algo que podamos estrenar. No es difícil alcanzar lo que queremos, pero antes
debemos saber qué es lo que realmente deseamos.
Palabras que se vuelven
quejas en las bocas de los que viven cansados de estar vivos, en los que
perdieron la esperanza de un mundo que quedó vacío, sin motivos y sin rumbo.
Actos que se hacen notar por su ausencia; momentos que quedan mendigados por la
incomprensión de que nada ha cambiado allí afuera, de que el problema lo
llevamos dentro.
No hay más ni menos,
tan sólo lo que ya existía; cómo hablar de crisis cuando lo único importante es
poder comer para tener la energía suficiente que nos permita enfrentarnos cada
día a la vida, a sus altos y sus bajos momentos, a sus idas y venidas, a lo maravilloso
de ser capaces de sentir su única y verdadera función. Tan sólo consiste en
aprender.
Mirando siempre a un
futuro que no existe dejamos de ver el presente, lo único que tiene
importancia, el hoy, el ahora, este momento justo en el que sonreír es tan sólo
cuestión de hacerlo. Las sonrisas son la mayor fuente de energía, el mejor
remedio para todos los males, el único bálsamo para acabar con las mentiras de
quienes son felices haciéndonos llorar.
Fija bien tu mirada en
aquello que realmente quieres y sal a contarle al mundo que la valentía es tu
bandera, tus seres queridos tu casa y tus sueños lo único que necesitas para
levantarte cada día a ser un poco más feliz. No perdamos más tiempo en llegar a
un lugar lejano, allí donde sólo llegaremos después de mucho caminar; no
olvidemos que no hay meta si antes no hubo una distancia por andar.
Enfoca las pequeñas
cosas que tienes delante para poder apreciar la grandeza de todo lo que está
por llegar; acaricia la brisa que te invade para poder enfrentarte al viento
que mañana te puede azotar; siente y ama a los que están para no tener que
perderte en sus recuerdos cuando ya no los puedas tocar; saborea los colores
que la lluvia deja y recréate en los paisajes que el sol dibuja en cada
despertar. Asume que los hilos que mueve el Universo son tan sólo los pasos
necesarios que te llevarán a volar.
No te quedes en el
pasado, no intentes al futuro alcanzar, pues tan sólo el presente es la razón
de tus pasos al caminar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario