sábado, 14 de abril de 2012

ESA LUZ...

   Dentro de la oscuridad, intento encontrar un ápice de luz que pueda guiarme para dar el siguiente paso que me lleve a continuar mi camino. Todo en la vida tiene un principio y un fin, así es y así debemos asumirlo, sin embargo, no es lo mismo el final de algo que no nos hace feliz, en comparación  con el punto y final de lo que llena cada uno de tus sentidos e inunda tu corazón de intensas emociones.

  Hoy me preguntaban cómo era posible que en tan poco tiempo tuviese esos sentimientos tan fuertes y positivos y, la respuesta, es muy fácil...sólo tenéis que veros desde fuera. Ya lo he dicho...maravilla del mundo... Pero, a lo que no consigo responder es la pregunta que mi alma lleva haciéndome todo el día: ¿Cómo es posible que de un segundo a otro el Universo te de y te quite lo que tan feliz te hace? Quizás mi falta de entendimiento ante todo lo que me está pasando, sumado a lo que siempre digo: "el que sepamos que todo tiene un fin no ayuda a que sea menos doloroso", sea lo que hace que me sienta tan perdida...

  En esos momentos en los que cada segundo de tu vida tiene un sentido total, no puedes pensar en su final, sino todo lo contrario, sientes que cada instante que la compone es el principio de todo lo que el Universo tiene para ofrecerte. La luz que se enciende delante de ti es tan fuerte que te ciega por completo, haciendo que ni veas ni quieras ver el final que hay al fondo de la misma... Avanzas y no puedes evitar querer acercarte más a ella, tener la necesidad de sentir su calor cada vez con más intensidad; la sonrisa se dibuja en nuestros rostros como reflejo de un corazón lleno de paz y de amor; el cuerpo se transforma en una nube de energía que irradia sensaciones positivas allá por donde pasamos, contagiando a todos con nuestra propia luz... Eso es, se trata de brillar con luz propia... ¿qué puede haber más bello que eso en la vida, cómo te puedes plantear que eso tenga un final? No sería muy acertado que lo hiciésemos, ya que, en ese caso, no nos permitiríamos disfrutar de toda esa magia en la que nos vemos envueltos.

  Ahora, busco y sigo buscando, de forma desesperada, esa salida, esa nueva luz que me recuerde que  un final  no tiene porqué significar la pérdida de todo lo que teníamos, sino, que tal vez, sea el comienzo de algo mucho mejor y donde todo lo importante que parece quedar atrás, sigue a tu lado para continuar aportándote lo que necesitas. Los cambios no te dejan sin nada, simplemente, sirven para deshacernos de todo aquello con lo vamos "cargando" y de lo que deberíamos prescindir sin más. Si no lo haces tú mismo el Universo, Dios o la propia vida acabará haciéndolo por ti.

  Por eso, tras uno de los días más oscuros de mis últimos tiempos, y no sin antes haber desahogado a través de mis palabras esa presión que sentía en mi pecho, al fin puedo levantar la mirada, dándome cuenta de que la luz aún sigue ahí, de que aún os tengo a mi lado, de que mi corazón sigue latiendo con la misma intensidad y de que... no estaba dentro de un oscuro vacío, simplemente, tenía los ojos cerrados.

  Deseo que el Universo me de siempre la energía necesaria para no cerrar mis ojos ante lo que me rodea, ante lo que soy, ante una vida que cambia constantemente, pero que no es más que el reflejo de nuestra evolución como personas. ¡Sigamos viviendo!

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