Hoy te escribo a ti, mi amiga, por demostrarme, como siempre, que me quieres con todo tu corazón.
A pesar del amor que sentimos la una por la otra siempre hemos discutido hasta no poder más en todas y cada una de las conversaciones que hemos mantenido, sobre todo, sobre el amor.
Tú, empeñada en verme enamorada de alguien para sentir, en tu interior, que mi vida ya está totalmente encaminada; proyectando sin darte cuenta en mi la necesidad que tú tienes de amar... También sentí eso alguna vez, lo sabes, pero cada cosa tiene su momento.
Y yo, como también sabes, disfrutando de cada segundo, de cada regalo que el día me brinda y avanzando dentro de mi vida, esa que, hasta hace muy poco, carecía de total sentido para mi. Tienes que entender que el esfuerzo por salir de donde había caído y conseguir alcanzar mis sueños es demasiado grande como gastar energías en otros aspectos, ahora secundarios, y más cuando éstos, más que ayudarte a avanzar, pueden frenarte en el camino. En eso no me puedo permitir arriesgarme ahora mismo...
Crees que no siento amor, y tengo que decirte que precisamente ahora, es cuando puedo presumir de estar totalmente enamorada. No tengo que esperar a ver a una persona concreta para que el estómago se me encoja, la respiración se me corte y el pulso se me acelere hasta creer que muero allí mismo... No, yo eso lo siento durante todo el día... cuando salgo a la calle y el sol me deslumbra dándome todo su calor; cuando levanto la mirada y veo el cielo más celeste del mundo, las nubes mejor pintadas del planeta y las playas más bellas...; lo siento cuando esa mirada se me clava y me habla sin decirme nada, cuando me regalan dulces besos, abrazos sinceros...; lo siento cuando me reencuentro con alguien a quien quiero, que me respeta, me da cariño y me entrega sus mejores palabras, sus chistes más malos y su personalidad desastre con la que todos nos sentimos siempre protegidos; lo siento cuando las personas de mi alrededor me cuentan lo felices que se sienten, lo maravillosas que son sus vidas, lo enamoradas que están...; lo siento cuando escribo, lo siento...siempre.
En definitiva, mi pequeña, si hay algo que jamás cambiará entre nosotras, es la insalvable ventaja que te llevo en el "fantástico mundo del amor". Por eso, nuestras discusiones serán eternas, pero no debemos asustarnos, porque eso tan sólo significa que eternamente seguiremos preocupándonos la una por la otra.
Quédate tranquila. Te apuesto lo que quieras a que no encuentras ahora mismo a alguien más feliz que yo en la Tierra ;-) Te quiero
No hay comentarios:
Publicar un comentario