Es curioso el amor, mi querido diario... Cada vez encuentro menos sentido a todo. No porque haya dejado de creer en él, sino porque las personas le quitan cada día su magia, su sentido, su razón de ser. Unas por desecharlo cuando lo sienten, otras por hacerlo una obligación, una responsabilidad y, finalmente, una carga que no estoy dispuesta a soportar.
Me pregunto dónde estará esa persona dispuesta a ser, a vivir, a sentir sin tener que ir más allá de lo que, simplemente, es... Me pregunto por qué cuando amas a alguien no puedes sencillamente entregarle todo lo que sale del corazón, toda la energía de la que se carga el alma en esos momentos; por qué tenemos que estar huyendo de lo que deseamos, de lo que quizás llevamos media vida buscando. Sí, me pregunto y no encuentro respuestas ante tanta incertidumbre, ante tantos desplantes y tanta exigencia...¿no hay un término medio?
Me aburro, esa es la cuestión. Me aburro de dar explicaciones sobre algo que no tiene que ser explicado; me aburro de tener que medir mis actos, mis palabras y, lo peor, mis sentimientos. Me aburro de las personas que tienen miedo a ser felices, de las que siendo felices tienen miedo a dejar de serlo; me aburro de que me exijan lo que no son capaces de darme, de que me den lo que no quiero aceptar. Me aburro de hacer planes que sólo me llevan al vacío, de deshacer cosas que creí ya asentadas; me aburro de las dudas, de las inseguridades y de las pocas ganas que el mundo le pone a lo más maravilloso del mundo: Amar.
Y así...una vez más me pierdo entre los sentimientos que no quiero controlar, entre aquellos que no quiero sentir; me pierdo en un mar de amores incompletos que me alejan de la tranquilidad que cada día yo misma me doy. No hay necesidades en mis días, tan sólo la de continuar tal y como estoy, de ser tal y como soy. No quiero más, pues son mis propios pasos, y no los de nadie más, los que marcan el rumbo de mis sueños, de todo lo que voy construyendo en base a mis propias y únicas esperanzas, de este viaje que tan sólo depende de uno mismo, que en ningún momento debemos dejar en manos de otros. ¿Llegaré más lejos? Por supuesto que sí, pero no será con la ayuda de un amor que ni siquiera sabe amarse a sí mismo; no será anteponiéndolo a él a mi sonrisa, a mis ganas, a mis deseos. Tampoco lo será si alguien hace eso por el amor que siente por mí. No..., mi querido diario, se acabaron los días en los que el Amor loco desbarataba mi vida como si se tratase de la suya propia.
Hoy vuelvo a gritar que no quiero más, que no soy más, que no soporto más la incertidumbre de los deseos perturbados que encierran los corazones cegados por una sociedad que no ve más allá de un televisor, que no siente nada más que lo que siente el de al lado, que no quiere más que ser superior al resto. Hoy vuelvo a sentirme un ser grande, poderoso y, sobre todo, sincero. Pues mi alma no es más de lo que muestro, mi corazón no pide más de lo que da y mis ojos son el fiel reflejo de una vida tranquila que no quiere más vaivenes que los que el Universo decide darnos por sí mismo. Las lecciones las marcan las experiencias, pero las experiencias no son más que las consecuencias de nuestros actos.
Siento, vivo y estoy segura de ser sincera con las persona a las que amo; a cambio sólo pido el respeto y la sinceridad de quien decida que quiere formar parte de los más valioso que poseo: Mi vida.
☯ Sonia Brúnar ☯
☯ Sonia Brúnar ☯
-PARA CUIDAR NUESTRAS PALABRAS-
ResponderEliminarI. Tus palabras son la imágen de ti mismo-de lo que piensas, sientes y haces- y te delatan, tenlo siempre presente.
II. Los demás necesitan de la bondad de tus palabras.El otro te siente vivamente en lo que dices y en cómo se lo dices.
III.Procura que las palabras que utilices sean respetuosas, amables y justas. Que sirvan para tender puentes; no para levantar muros.Siempre para construir.
IV. Elige el momento y el lugar más oportuno para hablar.Hazlo siempre con ánimo sereno y si no te controlas, cállate.
V. Piensa bien lo que vas a decir y prevé de antemano las posibles consecuencias en los demás del contenido de tus palabras y del tono en que las pronuncias. No te olvides de cómo es la persona a la que te diriges.
VI.Habla con tanta sencillez y naturalidad que cualquiera pueda entenderte.
VII. Hay palabras que hieren con su filo más que una daga y golpean la autoestima con más contundencia que un bastón de hierro;prometete no recurrir a la violencia verbal.
VIII. Tus palabras pueden convertirse en la mejor carta de presentación y en el más eficaz y convincente argumento.
IX. Las palabras, si son positivas, afectuosas y llenas de esperanza, son una tabla de salvación para muchos.
X. Escribe en lugar visible las frases que consideres más bellas y profundas hasta que se hagan realidad en tu vida.
XI.Hay palabras letales que humillan, deprimen y "matan" el alma. Jamás las pronuncies.
XII.No te olvides que las palabras tienen consecuencias, y sus efectos positivos o negativos vuelven a quien las pronunció.
Miguel Maqueda, creo que debería ser consecuente con lo que escribe y recordar que estamos con trámites judiciales a este respecto. Su mensaje no es más que otra prueba de su falta de respeto hacia mi persona. Le ruego que lo deje ya. Gracias.
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ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=wHiQ0RPoUE8
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