Se cree, cada vez más,
que cuando la vida nos hace daño tan sólo pretende enseñarnos la manera de ser
felices. Nos plantea las ecuaciones más difíciles y deja en nuestra capacidad
para resolverlas el futuro de nuestra propia existencia.
Aún tengo días en los
que dudo de si supe despejar la incógnita que con tanto afán enredaron los
hilos de nuestro preciado Universo. Pienso que ese tornado que un día me dejó
sin nada ha conseguido, con el paso de los meses, de estos años, hacerme tener
todo lo que anhelaba; pero por otra parte, siento...que no hay razones lógicas
que me den las respuesta a las preguntas que cada noche Morfeo grita en mis
sueños..."¿Dónde estás?¿Por qué te fuiste?"
Nunca me enfrenté a una
cuestión tan compleja, no hubiese imaginado que mis días quedaran tan vacíos
sin el sonido de tu voz, sin la melodía de tu risa, sin todas esas soluciones
que sólo tú conocías...
Me derrumbo ante la
mirada perdida de una niña que, sin que lo puedas ver, va haciéndose mujer;
mientras sigo sin saber si seré capaz de darle todo lo que quien nos dio la
vida debería seguir entregándole. Quisiera que me ayudases cuando no encuentro
salida, pero más aún suplico a tu alma, libre por el infinito mundo, que la
acompañe a ella en cada uno de sus pasos para hacer que se levante cuando,
inevitablemente, deba caer.
Hoy de nuevo unimos
nuestras manos con las de todas la personas que ahora te piensan con más
intensidad que el resto de días. No es la fecha, sino el momento que revivimos
en nuestro interior lo que hace que en cada segundo de nuestro hoy nos falten
todos los momentos que nos dabas ayer.
Sí, otra vez y mil más
serán las que lloremos con las lágrimas de nuestras almas la ausencia del ser
que nos vio crecer, la soledad que tu partida llenó de heridas que cicatrizan,
pero que siguen dejando su sangre caer. Cada gota que se derrama de nuestro
corazón se convierte en sonrisas que irradian tu luz, se transforma en sueños
que esperamos que sean vistos desde donde estés, se hace agua ante nuestros
labios y esperanza dentro de nuestro ser.
Por suerte, seguirán
existiendo estos días en los que decidamos reconocer nuestro dolor; en los que
nos acerquemos un poco más a ti aunque no sepamos hacia dónde ir; en los que
aparecerán más orejitas del mar que te baña para recordarnos que aunque no
puedas estar...no pasará un sólo momento en el que nos dejes de escuchar.
Me acuesto de nuevo con
el problema a medias. Tengo todos los datos, hice un extenso planteamiento del
mismo, pero cuando realizo la operación, me doy cuenta que no hay suma posible
cuando el resultado final es la falta de tu amor.
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