Existe la magia dentro de cada uno de nosotros, porque nosotros somos el mundo, nosotros somos el Universo que todo lo mueve, que todo lo puede...
Existe la magia en cada niño que te dice la verdad sin importarle nada más. No hay crueldad en ellos como suelen decir. La crueldad está en esta falsa educación que hemos creado para callarnos lo que sentimos, para olvidarnos de lo que somos, de lo que nos gusta y lo que no, de lo que nos hace felices o nos llena de tristeza.
Existe la magia en el recuerdo de mi madre que desde cielo baja a nuestra playa para regalarme una orejita de mar, para contarme que está bien, que a pesar de estar muy lejos puede sentirme cuando yo la pienso tan cerca.
Existe la magia en cada mirada que una mujer me regala, en cada palabra que calla, en cada beso que me da a escondidas, en los que les enseñamos al mundo; la magia existe en los pensamientos que el amor hace nacer en mi, en los sentimientos que contenidos me susurran tus canciones al oído, en el miedo de no querer perder lo que no tengo, en el que sólo tú me haces sentir...
Existe la magia en cada sueño que invento con la certeza de que todo lo que sueño se acaba haciendo realidad. Existe al comprobar que los sueños son los únicos que nos llevan a conseguir realidades, los únicos que pueden marcar nuestro camino, que pueden llevarnos a sentirnos personas plenas y motivadas a cada paso.
Existe la magia en cada ser que se nos cruza en la vida dándonos sus más humildes lecciones, provocando nuestras más dulces sonrisas, nuestros abrazos más sinceros; que extienden su mano para ayudarnos a saltar los obstáculos que inevitablemente encontraremos en el camino.
Existen los ángeles que nos acompañan por nuestra vida, que nos dan sin pedirles, que nos quieren aunque nosotros no lo hagamos, que nos alientan creyendo en lo que a veces incluso a nosotros mismos nos cuesta tanto creer...
Existe la magia porque el mundo es un gran espectáculo en el que todos estamos encima de este maravilloso escenario que es la vida. Donde cada papel que representamos no es más que el del protagonista de nuestro propio guión, ese que podemos escribir a nuestro antojo, que podemos dar forma con nuestras ilusiones. Puedo ser lo que quiera, besar a quien me apetezca y hacer el amor a quien mejor me parezca; puedo querer a todo el mundo y odiar tan sólo a la nada, pues para nada me servirá odiar; puedo llorar de felicidad y reírme a carcajadas cuando más triste me sienta; puedo estar siempre a tu lado o alejarme tanto que hasta olvides que existí; puedo, puedo, puedo...puedo hacer todo lo que quiero...
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