No hay palabras que consuelen el daño que uno mismo es capaz de hacerse. Siento que has creído las mentiras de lo que inventé para no herirte, para ese mundo lleno de personas que no quiero que me reconozcan, que no tienen por qué saber de los secretos que un día compartimos, que siempre quedarán guardados en ese lugar especial que nos hemos dado en nuestros días... Me pregunto si perdiste la confianza que con tanto temor te di, arriesgando las emociones que siempre me niego a compartir. Quisiera saber si es cierto que dudas, que das esos pasos que me parten el alma creyendo que en mi despecho soy yo quien quiere herirte. Nada más lejos de la realidad...
No hay rencor en todo lo que se ha perdido, en todos los castillos destruidos, pues a nadie puedo odiar por haber tenido el valor de amar. Yo misma lo arriesgué todo por un sueño que no me ha dejado descansar, que ha llenado de ilusión mis días y de una gran inquietud mis noches. Aún recuerdo tus palabras, tus promesas y todo lo que juntas construimos dentro de esta vida que vivimos, de esas ilusiones que anhelamos.
No hay forma de dar marcha atrás, de volver a unir los pedazos de estos corazones que han quedado esparcidos por el infinito que conforma nuestro Universo. He gritado al cielo creyendo que podría llegar al punto justo en el que tomé la decisión que hoy nos lleva a este oscuro lugar en el que ninguna queremos estar. No fuiste tú sino yo la que no supo poner el freno a algo que jamás hubiese podido encontrar el empuje necesario para que llegase a ser verdad.
No hay nadie que pueda saber lo que esconden nuestras almas, lo que hoy llora mi corazón, lo que hace temblar mis piernas, me tambalea ante una realidad que no quiero creer, que sigo queriendo llenar de las ilusiones que con tanto amor me regalaste...
Sólo tú me has hecho, después de tanto tiempo, abrir mis ojos a pesar del temor de encontrar tan sólo oscuridad, volar allí donde tanto miedo me daba subir, caminar por esas calles por las que siempre evito pasar, volver a confiar en las palabras de otro corazón que se abre ante al mío, relajarme ante la idea de poder compartir mi espacio, mi tiempo, mi vida... Sólo tú sabes, te lo niegues o no, lo olvides o lo recuerdes, lo asumas o lo deseches todo lo que te di, hasta donde te soñé, lo que pusimos en juego por nuestras pasiones, todo lo que, por mi parte, no quiero dejar de tener. Sólo tú sabes que te amé antes de conocerte, que me entregué antes de mirar tus ojos, que entrelacé mis dedos a los tuyos y salté...saltamos a un vacío donde yo sigo estando...no sé si en pie...pero salté...
No hay comentarios:
Publicar un comentario