El amor siempre viene
acompañado de la paciencia. Debemos tenerla para saber esperar...esperar,
cueste lo que cueste, a que los sueños se hagan realidad...
Esperar ese beso que
aún no te han dado, repetirlo justo después de haberlo sentido; esperar...sus
manos entrelazadas con las tuyas, su piel dando calor a tu cuerpo, sus sentidos
dando sentido a los tuyos...
Esperar el amor
verdadero que nadie pueda cambiar, que ningún terremoto pueda derrumbar;
esperar...un "te quiero", un "lo siento", un "yo
también...tengo ganas de verte, de volver a estar a tu lado, de recorrer el
mundo contigo...".
Esperar que la noche
caiga para perderte en el jardín de sus deseos, para dar vida a lo que el día
mata, para hacer realidad lo que los sueños piensan...; esperar...para poder
sentirla más cerca, para notar el calor de su aliento en tu boca, para rodearla
con tus brazos mientras le prometes amor eterno...
Esperar una señal que
borre las heridas de nuestros corazones, que nos haga olvidar lo que ya no
merece la pena recordar, que nos llene del valor necesario para abrir nuestras
almas a las que vengan; esperar...una sonrisa, una mirada, una declaración, el
momento perfecto para que de uno...pasemos a ser dos.
Esperar y esperar a que
los astros se coloquen en la posición correcta, a que podamos ser libres, a que
los miedos dejen de ser nuestros; esperar para que tan sólo importe no esperar
más...pues, aunque digan que el tiempo no existe, esperar nos puede llevar a la
desesperación, la desesperación a la ira y la ira al desamor...
Esperar, simplemente, a
que esa mirada se cruce por primera vez con la nuestra, pues en ese momento
"esperar"...será sólo aquello que no nos sentaremos a hacer nunca
más...
(Artículo del Periódico Digital "El castillo de San Fernando", Sección Los hilos del Universo)
(Artículo del Periódico Digital "El castillo de San Fernando", Sección Los hilos del Universo)
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